¿Por qué no te puedes hacer cosquillas a ti mismo?

Seguramente te has dado cuenta de lo divertido que es lograr hacerle cosquillas a alguien, pero, ¿lo has intentado contigo? Sí has fracasado, es porque las personas no pueden hacerselas a sí mismos, indican investigadores.

 

Algunos estudios sugieren que el impedimento para el auto-cosquilleo se debe a que el cerebro tiene la capacidad de predecir las sensaciones causadas por nuestros propios movimientos, con lo cual se elimina el factor sorpresa, necesario para infringir cosquillas.

 

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  El placer de reir

 

Para corroborar si lo anterior es cierto y aprender más sobre el tema, George Van Doorn, sicólogo de la Federation University, implementó un experimento. Es importante porque el cosquilleo puede brindar una idea de cómo el cerebro procesa las sensaciones e incluso puede ilustrar acerca de la enfermedad mental.

 

La teoría dominante también sugiere que en situaciones muy sorprendentes, una persona puede ser capaz de hacerse cosquillas a sí misma”

 

En su estudio, Van Door y sus colaboradores, pusieron a un participante y un experimentador uno enfrente del otro en una mesa, acondicionada con una barra que en los extremos tenía una espuma.

 

Cualquiera de ellos podía mover la barra, haciendo que la espuma hiciera contacto ligero con la palma de la mano izquierda de su contrario. Al mismo tiempo, gracias al uso de una cámara y unas gafas, el participante pudo ver desde la perspectiva del experimentador.

 

 

Esto creó lo que los investigadores denominan con el nombre “ilusión cuerpo- swap” en el participante: su mano se sentía como si fuera la del experimentador, de esa manera se hacía cosquillas a sí mismo, pero con la sensación de que era alguien más quien las provocaba.

 

De acuerdo con el pensamiento actual, el participante en esta situación debería haber sido capaz de sentir el cosquilleo, pero no fue de esa manera”.

 

El auto-cosquilleo perdió en cada ocasión, incluso si se incluyen los retrasos visuales para asegurarse de que el cerebro no se acaba adaptando a la ilusión.

 

Este trabajo proporciona la primera evidencia que respalda una teoría alternativa del cosquilleo, llamada inferencia activa, la cual sugiere que el cerebro humedece toda la información sensorial durante cualquier movimiento, incluyendo las cosquillas, para reaccionar mejor a las nuevas sensaciones, asegura el autor principal.

 

Gracias a la inteligencia de tu cerebro, tendrás que seguir conformándote con lo lograr hacerle cosquillas a alguien, al menos que seas de los pocos “afortunados” que si lo consigan en sí mismo. ¿Lo intentarías?