Por qué casarte te hace más feliz

Cuando iniciamos un noviazgo, la etapa del enamoramiento está  llena de emociones como la atracción física, la química, las mariposas en el estómago y las peleas que no puedes faltar.  Cuando uno se enamora, pierde la concentración, idealiza, piensa todo el día en el ser amado y tiene miedo al rechazo;  ya cuando estos miedos y situaciones se han superado ¿Qué sigue?

Dependiendo de la edad en que nos encontremos, recibimos presión social por parte de nuestra familia y amigos con la clásica pregunta ¿Y no te piensas casar? El sí es la tan anhelada respuesta que ellos quieren escuchar pero, si tú lo estás dudando, te presentamos 5 razones del por qué casarte te hace más feliz.

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1. Vives más tiempo.  Un estudio publicado en el British Medical Journal  revela que las parejas casadas tienen una tasa de mortalidad entre 0 y 15% menor que la del resto de la población, esto  a que a pesar de que el matrimonio tiene sus etapas complicadas y de crisis emocionales.

2. Mejor estándar de vida. Los investigadores John y David Gallacher de la Universidad de Cardiff en Gales, menciona que el matrimonio mejora el estándar de vida de la pareja, porque al formar una unión, se crea un sistema de apoyo servicial  y compasivo con la pareja.

3. Disminuye la depresión. Las personas casadas tienen menores posibilidades de sufrir  depresión. El médico Youmasu J. Siewe del  Centro para la Práctica de la Salud Rural en la Universidad de Pittsburgh en Bradford, asegura que las personas casadas se sienten mejor consigo mismas y son más optimistas.

4. Menor riesgo de contraer enfermedades de transmisión sexual. Las mujeres casadas, menciona el Departamento de Salud y Servicios Humanos los Estados Unidos, tienen menor riesgo de contraer enfermedades de transmisión sexual.

5. Tienes más sexo. Contrario a la creencia de que el matrimonio convierte en aburrida tu vida sexual,  Linda J. Waite de la Universidad de Chicago precisa que las personas casadas tienen más sexo que las personas solteras o que viven juntas.

Si decides casarte, no lo hagas con la idea de que podrás cambiar los defectos de tu pareja, comienza por aceptarlos, se  flexibles si en algún momento no se pueden poner de acuerdo y disfruten de la vida en pareja que experimentarán después del dar el sí.