Polen, principio de vida… y de alergias

Mientras el intercambio de polen de una planta a otra a pasa inadvertida a nuestros ojos, en la naturaleza este proceso puede significar el principio de una nueva vida.

Los granos de polen contienen el gametofito masculino de la flor, aquel que al penetrar en los órganos femeninos de la planta fecunda los óvulos, haciendo posible la producción de semillas y frutos.

La palinología estudia el polen de las plantas con flor y analiza las esporas producidas por los hongos, helechos y musgos, y, al mismo tiempo, analiza sus efectos en la salud humana, como por ejemplo la fiebre del heno: una reacción alérgica del organismo producto de la inhalación de polen y esporas suspendidas en el aire en ciertas épocas del año.

Los síntomas son congestión nasal, estornudos, comezón en el interior de la nariz, irritación de ojos y garganta. En casos graves, puede provocar fiebre y cuadros críticos de asma.

Los palinólogos del Instituto de Geología de la UNAM han realizado análisis de las concentraciones de polen y esporas en la atmósfera de la ciudad de México. De acuerdo con los resultados, en la capital del país la fiebre del heno o rinitis alérgica se presenta sobre todo durante las lluvias, cuando los granos de polen de gramíneas son abundantes.

Los pólenes que causan la fiebre del heno varían de una persona a otra y de un área a otra. Los pólenes diminutos y difíciles son los que a menudo causan este malestar. Los ejemplos de plantas que causan la fiebre del heno son: árboles, pastos y ambrosía.

En algunos casos, los síntomas de este padecimiento se agravan por las esporas que abundan en la atmósfera de la ciudad, debido a la presencia de materia fecal y los depósitos de basura al aire libre, en donde proliferan hongos que alcanzan su punto máximo de reproducción en épocas de humedad.

Síguenos en @Salud180,  Salud180 en Facebook, Pinterest y en YouTube

¿Quieres bajar de peso? Regístrate con nosotros y disfruta de la nueva herramienta de Salud180