Obesidad por estrés

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La reducción de la grasa abdominal favorece la salud de las personas.
La reducción de la grasa abdominal favorece la salud de las personas.
Salud180, El estilo de vida saludable

POR: Deya Cano

Editora en jefe de Salud180. Egresada de la Septién. Le encanta correr, practicar yoga y ama los perros. Adicta al café y al chocolate.

05-11-2010

Un estudio del Centro Médico de la Universidad Georgetown, en Washington, Estados Unidos, descubrió hace un par de años un mecanismo biológico que relacionaba el estrés crónico con la obesidad.



El equipo, encabezado por la doctora Zofia Zukowska, observó en un grupo de ratones que el estrés crónico producía en su organismo la liberación de un neuropéptido, llamado NPY, que estimulaba la ganancia de peso abdominal.



Los científicos bloquearon los receptores de esa molécula y los niveles de acumulación de grasa descendieron.  De acuerdo con los autores del estudio publicado en la revista científica Nature, los resultados obtenidos podrían abrir el camino para elaborar en el futuro fármacos para reducir la obesidad en las personas que padecen estrés crónico.

 

Grasa abdominal por hormonas



Para la doctora Mónica Katz, directora del Posgrado en Nutrición de la Universidad Favaloro de Buenos Aires (Argentina), "la acumulación de grasas en la zona abdominal estaría determinada, a su vez, por medio de otras dos sustancias secretadas por los humanos en respuesta al estrés: las catecolaminas-adrenalina y noradrenalina y los corticoides".



Cuando el individuo ingiere alimento, explica la especialista, obtiene reservas de energía que se depositan en su organismo como grasa de reserva.



Son dos los efectos que produce el NPY sobre la grasa abdominal profunda: estimula la proliferación de células adiposas que almacenan la grasa y genera nuevos vasos sanguíneos que llevan el flujo sanguíneo y los nutrientes a esas nuevas células.



Para Katz la reducción de la grasa abdominal favorece la salud de las personas, debido a que representa un factor de riesgo tanto para enfermedades cardiovasculares como para diabetes tipo 2:



"Con el descubrimiento de este mecanismo se abren nuevas posibilidades terapéuticas, ya que trabajando con antagonistas de estos mismos receptores, se podría detener la formación de nuevo tejido adiposo", señala Katz.

Aclaracion:

El contenido mostrado es responsabilidad del autor y refleja su punto de vista, más no la ideología de Salud180.com

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