¿Miedo a las inyecciones?

Compartir en Instagram se abrirá una nueva ventana
Guardar en Favoritos
Guardar en Favoritos
El temor o miedo a las inyecciones tiene un nombre: Tripanofobia. Es una de las fobias más comunes y se calcula que cerca del 10% de la población la padece en algún grado. Sus primeros síntomas se manifiestan a los 5 años de edad.
J. Manuel Reyes

POR: J. Manuel Reyes

Editor de Salud180.com Aficionado a las nuevas ideas. Una palabra lo cambia todo.

04-01-2013

El temor o miedo a las inyecciones tiene un nombre: Tripanofobia. Es una de las fobias más comunes y se calcula que cerca del 10% de la población la padece en algún grado. Sus primeros síntomas se manifiestan a los 5 años de edad.

 

En muchas ocasiones, este problema se debe a malas experiencias vividas en la niñez, las cuales incuban un terror inconsciente cuando somos adultos.

De acuerdo con Alejandra Cuevas, licenciada en Nutrición y Educadora en Diabetes, “el miedo a inyectarse surge desde pequeños, cuando algunas mamás o abuelas inculcan la idea errónea de que una inyección es dolorosa. Además, también se acostumbra amenazar con inyecciones como una medida de castigo”.

 

Por ello, en Salud180 te damos algunos tips para vencer este miedo a las inyecciones o vacunas en la adultez, según especialistas como Alejandra Cuevas o Daniel Stecher, presidente del Comité de Vacunación de la Sociedad Argentina de Infectología:

1. Indaga en tu mente para buscar el origen de tu temor. ¿Se debió a una mala experiencia durante la infancia? Se recomienda exteriorizar esos sentimientos, ya sea escribiéndolos o comentándolos con una persona de confianza.

 

2. Racionaliza los beneficios de la inyección. Si estás consciente de lo necesaria que es para tu organismo o para tu familia, tendrás una predisposición más positiva hacia ella.

 

3. Si sientes que la ansiedad te abruma, lo mejor es usar técnicas de respiración para anularla. Un método recomendado es respirar lentamente, retener el aire por 3 segundos y luego dejarlo escapar.

 

4. Otra técnica que sirve a algunas personas es recordar algunas experiencias traumáticas o difíciles por las que hayas vivido. Dejarás de ponerle atención a la inyección y te parecerá un asunto pequeño, en contraste.

 

5. Recuerda que tu cuerpo esté totalmente relajado al momento del pinchazo. Si tensas los músculos, costará más que entre la aguja.

 

6. Las agujas nunca deben reutilizarse. Cuando vienen selladas de fábrica, estas incluyen un filo y lubricación especiales que se pierden tras el primer uso. Aunque se limpien con alcohol o esterilicen, la fricción con la piel aumentará con el uso repetido y provocará dolor.

 

¿Verdad que no es tan difícil aceptar las ventajas de una vacuna o inyección? ¡Ánimo, es por tu bien!
 

 

 

Síguenos en @Salud180,  Salud180 en Facebook y en YouTube

¿Quieres recibir más información de tu interés? Regístrate con nosotros.

Compartir en Instagram se abrirá una nueva ventana
Guardar en Favoritos
Guardar en Favoritos
Lo que pasa en la red