Grasas buenas contra grasas malas

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Salud180, El estilo de vida saludable

POR: Samuel Arroyo

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13-09-2010

Quiero bajar de peso. Quiero perder la flacidez en los brazos. Quiero deshacerme de este vientre abultado. Me gustaría que la celulitis desapareciera de mis piernas.

 

Estas son las quejas más comunes de los que desean perder esos depósitos de grasa adicional en su cuerpo. Pero, ¿realmente sabemos lo que hay que perder? ¿Tenemos suficientes conocimientos de cómo modificar adecuadamente nuestros hábitos alimenticios? ¿Sabemos qué alimentos evitar y cuáles consumir más? Para ir al siguiente paso y poner fin a la ilusión, aquí hay alguna información que le ayudará a reconocer el villano - la grasa mala- y en qué se diferencia de la grasa buena.

 

¿Cuál es el villano y cuál el bueno?



Como se mencionó, hay dos tipos de grasas - grasas buenas y grasas malas. ¿Cómo distinguir una de la otra?

Hay dos tipos de grasas buenas - las grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas:

 

Las grasas monoinsaturadas son buenas porque disminuyen los niveles de colesterol malo y aumentan el colesterol bueno. Buenas fuentes de grasas monoinsaturadas incluyen el aguacate, el aceite de canola, aceite de oliva y frutos secos como las nueces y los cacahuates.

Las grasas monoinsaturadas son conocidas para ayudar a bajar de peso, ya que reducen la grasa corporal.

 

Las grasas poliinsaturadas son el otro tipo de grasas buenas. Se encuentran en Omega-3 que ayudan a bajar la presión arterial, el colesterol malo, ayudan a detener la inflamación y a proteger el cerebro y sistema nervioso. Las fuentes comunes de grasas poliinsaturadas incluyen aceite de pescado, salmón, maíz, cártamo, soya y girasol.

 

Hay dos tipos de grasas malas - las grasas saturadas y grasas trans:

 

Las grasas saturadas se consideran las grasas malas, ya que aumentan los niveles del colesterol malo en la sangre.  Fuentes de grasas saturadas incluyen lácteos, huevos, carnes, mariscos, aceites como el de coco, de palma y de almendra.

 

Las grasas trans son las grasas hidrogenadas producidas por el hombre, que se encuentran en los alimentos envasados, como las palomitas de maíz para cocinar en microondas, margarina y manteca vegetal.

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