A este "Christian Grey" NO lo vas a querer conocer

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El Christian Grey del que te hablaremos puede ser protagonista de una película de terror. Cortesía: Getty Images.
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POR: ActitudFem

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20-08-2015

El amor muchas veces nos lleva a hacer locuras. Según un estudio titulado The Neuroimaging of Love, los efectos del enamoramiento se pueden comparar con los de drogas como la cocaína, y nos lleva a un estado de euforia capaz de hacernos perder la razón.  Quizá por haya historias como la de este Christian Grey, que no querrás conocer NUNCA. 

 

Alexander Boettcher podría ser el Christian Grey de carne y hueso, porque el italiano vivía, hasta hace poco, en un palacio, y era un guapo y millonario empresario conocido entre la élite de su país.

 

 

Como en la historia de E.L James, el dinero le sobra a Boettcher, pero al igual que Grey, tiene malos recuerdos de su infancia. A los 6 años su padre lo abandonó y eso hizo que el italiano intentara suicidarse a los 14.

 

Desde entonces Alexander desarrolló un gusto peligroso y particular: la práctica del sadomasoquismo.

 

Pese a estar casado con una ucraniana, Boettcher hizo a Martina Levajo, de 23 años, su esclava  sexual y la obligaba a llamarlo “El Rey”.

 

Gorona Bulog, esposa de Alexander Boettcher

 

Martina Levajo, esclava sexual de Boettcher

 

La realidad supera a la ficción 

 

Hay cosas que suenan muy bien en la ficción pero en la vida real no son tan divertidas o emocionantes. Y aunque ser la esclava sexual de alguien en el libro de 50 sombras de Grey pueda parecer atractiva, no ocurrió así con la historia de Martina y Boettcher. 

 

La pareja acaba de ser condenada a 14 años de prisión por desfigurarle el rostro con ácido a Pietro Barbini, uno de los exnovios de Martina.

 

Y es que Alexander creía que para que su sumisa fuera completamente pura, debía cometer este tipo de actos en contra de sus exparejas.

 

De hecho, el atentado contra Pietro no fue el primero, antes la pareja roció ácido sobre el rostro de Stefano Savi, un estudiante que tuvo que ser hospitalizado por 3 meses y necesitar un tratamiento de células madre.

 

Su verdadero objetivo, era, supuestamente, el fotógrafo de moda Giuluano Carparelli, que en una ocasión besó a Martina en un club nocturno.

 

Mientras Martina le juraba fidelidad, Alexander seguía teniendo múltiples parejas y nunca dejó a su esposa, pues él creía que los hombres pueden ser infieles mientras que las mujeres tienen que ser puras.
 

¿Es un crimen? 


Una habitación repleta de objetos sadomasoquistas fueron encontrados en el palacio de Alexander luego de que la policía lo arrestara. En el lugar hallaron látigos, esposas, cuchillos de combate, ácido, bisturís y cloroformo.

 

Cuando uno de los policías cuestionó a Boettcher por qué tenía un bisturí, el millonario respondió:

 

Algunas chicas me preguntan si les puedo tallar mi inicial en su cuerpo.

 

¿Es un crimen? 

 

En esta imagen se aprecia la cicatriz que Martina tiene en la mejilla y que le hizo Alexander como muestra de dominio

 

Una vez arrestados, Alexander quiso deslindarse de los ataques con ácido a las parejas de Martina, y ella insistió todo el tiempo que el millonario era inocente, una señal más de su devoción y sumisión a él.

 

 

El diagnóstico médico

Los psiquiatras que convivieron con ellos confirman que ambos son profundamente manipuladores y egocéntricos. En el caso de Boettcher también es sádico, obsesivo y controlador.

 

 

Giuseppe Gennari, juez que condenó a la pareja, se mostró sorprendido por las actos cometidos:

 

“He lidiado con criminales de todo tipo, desde mafiosos, asaltantes y terroristas hasta asesinos profesionales, pero nunca había tenido una sensación de peligro tan intensa como ahora.

 

Hay un vacío en el alma de estas personas que los impulsa a actuar con absoluto desprecio por los valores fundamentales comunes a la especie humana”.

 

Alexander y Martina acaban de convertirse en padres de un niño que será llevado a un centro de adopción, porque el juez Gennari considera que es mejor que el niño nunca sepa quiénes son sus verdaderos papás.

 

Esta historia de la vida real nos muestra que este tipo de amores no tienen nada de romántico, como se nos hace creer en el libro de “50 Sombras de Grey”. De hecho, gran parte de la crítica hacia el texto es que en realidad no tiene nada ver que con la práctica sexual del sadomasoquismo.

 

 

 

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