¿Eres mitómano?

Una mentira puede ser una simple aceptación de lo que el otro quiere decir, hasta un proceso elaborado para indicar un engaño. Sin embargo, si esta acción ocupa más de 30% de nuestro día e influye sobre nuestros sentimientos (genera tristeza o satisfacción) se puede señalar que este proceso natural se ha convertido en un trastorno: se habla de una persona mitómana.
  ¿Vives tu realidad o el producto de tu imaginación?

La mentira es un proceso de evaluación, adaptación e inteligencia. De acuerdo con el especialista Eduardo Calixto,  titular  y jefe del Departamento de Neurobiología de la división de investigaciones en Neurología del Instituto Nacional de Psiquiatría “Ramón  de la Fuente”, las personas mentimos de 20 a 40 veces a lo largo del día.

El problema surge cuando la sensación de mentir al producir placer se convierta en una adicción, que nos impide detenernos. Sin embargo, es posible distinguir a un mitómano. Aquí te decimos 5 claves para ellos.

1. Es una persona convincente y manipuladora.

2.  Su discurso suele ser verosímil, tiene talento histriónico y sabe actuar.

3.  No acepta fácilmente su problema, algunos tartamudean, cambian de tema constantemente y dicen diferentes versiones del mismo tema en diferentes ocasiones y a diferentes personas.

4.  En su discurso se mezclan indistintamente retazos de verdad con fantasías.

5. Lo que diferencia al mitómano de una persona mentirosa es que el mentiroso inventa mentiras para defenderse o protegerse, es decir, con una finalidad, pero en el mitómano prevalece el carácter compulsivo de la mentira y sin una fuente de motivación.

Las mentiras nos permiten sobrevivir a nuestro entorno, pero es necesario que aprendamos a distinguir cuando estas se están saliendo de control. Si sientes que eres víctima de este trastorno, es necesario que acudas con un experto de la salud quien cuenta con los conocimientos para orientarte. ¡Cuídate!