Dopamina influye en tu peso

Investigadores españoles demostraron recientemente que existen alteraciones en los circuitos de la dopamina que están implicadas en algunos trastornos alimentarios, así como el vínculo entre anorexia y obesidad.

El estudio, realizado por científicos del Instituto de Investigación Biomédica en Red-Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición (CIBERobn), del Instituto de Investigación de Bellvitge y de la Universidad de Barcelona, identifica las características fenotípicas comunes de trastornos alimentarios y la obesidad con episodios recurrentes, relacionados con emociones negativas y/o restricción dietética.

Para lograrlo, se aplicaron pruebas a grupos de personas en condiciones extremas de peso, como anorexia nerviosa y obesidad, cuyos resultados, según la investigación, apoyan la hipótesis de que la capacidad de toma de decisiones se ve afectada en estas personas.

  Impulsividad y rigidez

Las deficiencias en la toma de decisiones, la inhibición de respuesta y la flexibilidad cognitiva de anoréxicos y obesos, subraya la importancia de un adecuado funcionamiento ejecutivo para el control satisfactorio de la conducta alimentaria, señala el estudio.

El rendimiento de los sujetos obesos en estas áreas podría estar asociado a un elevado nivel de impulsividad, debido a que las personas impulsivas muestran limitaciones en el aprendizaje de las asociaciones adecuadas entre recompensa y castigo.

En consecuencia, los obesos tienen una capacidad reducida para retrasar la gratificación, mostrando una impulsividad caracterizada por comer en exceso y aumento de peso. En tanto que el comportamiento de las personas con anorexia nerviosa es rígido y obsesivo, con una elevada resistencia a los cambios, en contraste con los obesos.

  Factores que comparten

Entre los factores que anoréxicos y obesos pueden compartir estaría la disfunción ejecutiva, caracterizada fundamentalmente por alteraciones en la capacidad de tomar decisiones, inhibir respuestas no adecuadas y mostrar flexibilidad cognitiva.

Además, estudios de neuroimagen indican que las alteraciones en los circuitos de la dopamina están implicadas en algunos comportamientos alimentarios y en el abuso de drogas.
 

Según la investigación, realizada en mujeres de entre 18 y 60 años, los sujetos en situaciones extremas de peso muestran un patrón ejecutivo similar, lo que podría estar jugando un papel en el desarrollo y mantenimiento de esos trastornos.

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