Cosas que deben cuidar los padres de los hijos

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Salud180, El estilo de vida saludable

POR: Samuel Arroyo

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10-09-2010

No podemos negar la posibilidad de que alguno de nuestros hijos puedan sufrir de trastornos alimentarios. Verlos no comer nada y perder peso en un período corto de tiempo, o verlos comerse todo, es muy preocupante.

 

Conocer los signos y síntomas de los trastornos de la alimentación hace que sea fácil detectar el problema y poner en práctica el tratamiento adecuado para ayudarlo rápidamente, en lugar de darse cuenta de la enfermedad cuando ya es demasiado tarde.

 

Cambios en sus hábitos alimenticios

 

Un signo de trastorno de la alimentación es el cambio repentino o gradual en sus hábitos alimenticios. Los individuos que sufren de anorexia nerviosa pueden dejar de comer en su afán de perder peso y recuperar el autoestima perdida, incluso cuando alcancen su nivel de peso normal.

 

La bulimia nerviosa es lo contrario, las personas con esta condición comen en exceso, sobre todo en secreto, para evitar la vergüenza. El sobrepeso y la obesidad, junto con los problemas cardiovasculares son signos comunes de este trastorno alimenticio.

 

Observando a las hijas

 

 

Las mujeres son más propensas a los trastornos de la alimentación que los hombres. Las encuestas médicas muestran que 7 de cada 10 desordenes alimenticios son atribuidos a las mujeres. Una razón es que ellas son más susceptibles a los cambios emocionales y conductuales, además de ser excesivamente conscientes de su apariencia física.

 

Si su hija ha dejado de comer para perder peso o come muy poco durante meses, entonces puede estar seguro de que está sufriendo de trastornos alimentarios. Pero esto no termina ahí; las mujeres pueden pensar todavía que son gordas, incluso si están por debajo del peso promedio, así que lo más probable es que continúe sin comer hasta que consiga superar sus problemas de baja autoestima.

 

Comer y ejercitarse en exceso

 

Si su hija está sufriendo de bulimia nerviosa, entonces comer en exceso es un signo simple a tener en cuenta. Pero otra manifestación atribuida al consumo excesivo, es la compulsión de bajar de peso mediante el ejercicio excesivo.

 

La mayoría se siente avergonzada de esta condición y hará todo lo posible para deshacerse de la evidencia haciendo ejercicio físico intenso para perder peso rápidamente.


El único problema con esto es que continuará con sus hábitos alimenticios y que su seguirá haciéndolo sólo para librarse de la depresión y la ansiedad que conlleva ser gordo sin resultados visibles.

 

Comer cuando no se tiene hambre

 

 

Las personas que sufren de atracones o bulimia nerviosa son propensas a comer, aun cuando no tienen hambre. Es normal comer demasiado cuando tienes hambre, pero comer aún cuando el estómago todavía está lleno, es otra cosa.

 

Trate de observar los hábitos alimenticios de sus hijos, especialmente después de la hora de la comida regular. Si tienden a comer más entre comidas, entonces seguramente sufren de esta condición, especialmente si se trata de un hábito diario.

 

Purga

 

Las personas con trastornos de alimenticios son propensas a purgarse, especialmente aquellas que sufren de comer compulsivamente o de bulimia nerviosa. Por lo general, toman laxantes o suplementos herbolarios para ayudarles a deshacerse de los desechos y alimentos. Esto es sobre todo hecho en secreto y tratan de repetir el proceso a intervalos al azar hasta que se sienten satisfechos, lo que generalmente termina en más sesiones de comida después, cuando empiezan a sentirse vacíos o ansiosos por vomitar.

 

El tratamiento rápido

 

Los padres deben estar muy atentos con los signos y síntomas mencionados de trastornos de la alimentación, si no quieren poner la salud de sus hijos en peligro. Es posible que los pacientes con anorexia nerviosa sufran de debilidad y fatiga causada por la falta de nutrientes en su cuerpo, además de estar propensos a enfermedades que fácilmente pueden atacarlos por su estado debilitado. Quienes sean obesos o tengan sobrepeso son propensos a una presión arterial alta, dolores muscular, espasmos musculares, problemas cardiovasculares o cáncer, si no se controla.

 

Es esencial la rapidez para reaccionar ante estos signos y enfrentarse con sus hijo respecto a su trastorno de la alimentación. Después de todo, la aceptación es una forma de deshacerse del problema y puede allanar un camino para el tratamiento eficaz antes de que tenga un control permanente.
 

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