¿Cómo elegir la pareja correcta?

¿Cómo elegir una pareja? Formar parte de una pareja genera emociones que dan un sentido especial a la vida fortaleciendo y confiando en que día a día nos encontraremos con momentos de alegría y aceptación.

Sin embargo, todos tenemos el temor de equivocarnos y no estamos dispuestos a sufrir momentos de angustia. Es ahí en donde puede comenzar la desilusión por no poder manejar las emociones negativas ya sea por intolerancia, egoísmo o inmadurez.

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De acuerdo con la revista Fahrenheit, es cierto que lo que observamos en la familia influirá en la posibilidad de analizar la inclinación hacia estar o no con alguien.

  ¡Busca la libertad en el amor!

Debemos tomar en cuenta que el amor debe ser una sensación placentera y que no parte de la idealización fundamental de únicamente ser amado. Por el contrario, se debe buscar la libertad en el sentir amor, al dar rienda suelta a la confianza de sentir con actitud natural y espontánea la interacción amorosa.

Desafortunadamente muchas personas se precipitan al entrar a una relación motivadas por el temor a la soledad y en ese momento es cuando confunden el amor con necesidad o la necesidad por el amor.

Elegimos al justificar inconscientemente, comparando o imaginando situaciones, intentando amoldar la propuesta de relación de pareja, ya sea a modelos a imitar, generalmente de familia o a situaciones que nos rodean.

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El error principal al “elegir” pareja es buscar en él o en ella las mismas características que tenemos nosotros, es decir, no nos damos la oportunidad de complementar nuestra vida con la de alguien más.

No obstante, resulta que al inicio no tenemos la opción de elegir, ya que esto implicaría tener enfrente varias propuestas para de ahí analizar cuál es la que más se asemeja a nuestra imaginación o a nuestros ideales, pero en la realidad no es así.

Nos relacionamos con las personas que llaman nuestra atención para formar una pareja, en donde hay factores que permiten pronosticar el éxito en esa relación como es la religión, el estilo de vida, el gusto por el arte, los valores, etcétera.

Es decir, no existe un punto de partida mecánico en donde cada quien pueda estar listo para elegir con quién se relacionará. Este proceso es cuando el ser humano requiere sentir aceptación y compañía, para desencadenar una serie de experiencias variadas.

La probabilidad de permanecer en una relación estará basada en la autoestima de quienes formen la pareja, porque si no existe el autoconocimiento, empezarán los momentos de frustración e inseguridad en donde uno demandará al otro la solución de sus propios conflictos y lo hará responsable de su infelicidad.

Amar es una experiencia única y personal, por lo que es necesario definir nuestras metas amorosas con claridad mental, paz y certidumbre de lo que buscamos en una pareja con responsabilidad y respeto hacia la otra persona. Y tú, ¿cómo elegiste a tu pareja?  Si deseas conocer más información escribe a ginavalentinir@gmail.com