Biotecnología a la dieta tradicional mexicana

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Por otro lado, a través de un conocimiento más profundo de los genes que hay en los alimentos tradicionales, se les puede ayudar a hacer negocio a los pequeños productores/ Fuente: Photos.com

La biotecnología y otras innovaciones alimentarias deberían aplicarse para rescatar la dieta tradicional mexicana y mejorar el conocimiento científico de los cultivos que la integran, propuso Amanda Gálvez Mariscal, coordinadora del Programa Universitario de Alimentos (PUAL) de la UNAM.

 

En México, destacó, existen 60 razas de maíces nativos y hasta 2 mil variedades de este grano, cada una mejor adaptadas a un determinado ecosistema o relacionadas con un sabor o característica que a los agricultores les gusta, por ejemplo, espesar el pozole, hacer esquites o servir para totopos.

“Existen genes que son responsables de cada una de las propiedades deseables y podrían ser identificados para orientar a los fitomejoradores”.

 

Mientras en nuestro país existen cerca de 30 variedades de jitomates nativos, y solamente se encuentran dos o tres variedades en el mercado, en algunos países de Asia han logrado variedades de arroz dorado, genéticamente modificado, el cual expresa la vitamina A en mayor cantidad y ayuda a que los niños de esas regiones tengan menos problemas de la vista.

 

Este arroz dorado es altamente tecnológico y tiene alrededor de 50 patentes involucradas en su diseño, por lo cual, se deben pagar regalías, destacó la especialista. 

Para nuestra región, dijo, un ejemplo son los maíces que florean o abren, ayudan a que el caldo del pozole  sea más espeso, y esto se debe a que poseen genes que determinan que su almidón tenga una particular estructura molecular.

 

“Si falta el conocimiento científico de este alimento, no se puede saber si esos genes están presentes en realidad en el maíz embolsado que venden para hacer pozole en los supermercados”.

Por otro lado, a través de un conocimiento más profundo de los genes que hay en los alimentos tradicionales, se les puede ayudar a hacer negocio a los pequeños productores, certificando con herramientas y conocimiento científico que sus cultivos tienen las características deseables.

 

En el programa Universitario de Alimentos de la UNAM se trabaja en la caracterización de estas diferentes razas y variedades de maíz porque, si bien la gente gusta de ellos y los consume, no se conocen bien desde el punto de vista tecnológico, consideró la especialista.

Gálvez Mariscal, quien es maestra en ciencia y tecnología de alimentos, dijo que actualmente la agricultura está presionada por la producción y por las nuevas biotecnologías. 

 

En países como Estados Unidos y la India, cada vez se cultivan extensiones más grandes de soya y maíz modificado genéticamente, pero estos solamente tienen rasgos agronómicos, como resistencia a insectos y tolerancia a herbicidas, pero ninguna característica nutritiva valiosa para el consumidor.

Frente a esta situación, la investigadora recomendó a los consumidores comprar alimentos de la milpa mexicana y otros alimentos frescos en los mercados, y así ayudar al rescate de las especies subutilizadas y olvidadas de nuestro país.

 

Aclaracion:

El contenido mostrado es responsabilidad del autor y refleja su punto de vista, más no la ideología de Salud180.com

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