Bebidas energéticas detonan ansiedad

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Gran parte de los energizantes tiene efectos similares al síndrome de abstinencia por uso de drogas debido a la frecuencia y dependencia en su consumo. Fuente: Photos.com
Salud180, El estilo de vida saludable

POR: Difusión Cultural de Fundación Teletón. Colaborador

Difusión Cultural de Fundación Teletón México, da información útil sobre la discapacidad, cáncer, autismo y vivencia de los valores humanos

13-03-2013

Si cada vez que te preparas para la temporada de exámenes recurres a consumir bebidas energéticas, mezcladas con algo más, para mantenerte alerta y activar tu cerebro, vale la pena que conozcas los efectos que esto te ocasiona.

 

Algunas de las sustancias con las que se combinan estas bebidas energéticas son, por ejemplo, el ginkgo biloba, la cafeína y la glucosa, las cuales tienen el objetivo de eliminar la sensación de agotamiento.

Sin embargo, explica Juan José Rodríguez, especialista del Hospital Español, estas son las verdaderas acciones de dichos componentes: “la cafeína es una sustancia psicoactiva que provoca el bloqueo del sistema nervioso central e inhibe la adenosina, una sustancia que libera los neurotransmisores de la tranquilidad, lo cual genera una sensación de ansiedad.

 

Además de elevar los niveles de dopamina y de noradrenalina fuera de la célula, estas sustancias incrementan su concentración (pero sin control) y elevan el riesgo de presión arterial alta, mientas que la glucosa (azúcar) proporciona energía al cuerpo, pero no eliminan la fatiga muscular ni el agotamiento como tal”.

En este sentido, afirma que el consumo frecuente de este tipo de bebidas energéticas provoca dependencia social en los jóvenes, así como estrés, cansancio físico, insomnio, taquicardia y otras consecuencias.

 

Asimismo, explica que gran parte de los energizantes tiene efectos similares al síndrome de abstinencia por uso de drogas debido a la frecuencia y dependencia en su consumo.

Una ayudadita…

 

Cuando te encuentres en una etapa de estudio severa, lo más óptimo es darte tu tiempo, organizarte y a tu espacio para hacerlo, evaluar tus compromisos para que no se empalmen, así como emplear mapas conceptuales o mentales, y acudir a grupos de apoyo.

 

Rodéate de elementos que realmente te ayuden a obtener nuevos conocimientos y a conservarlos vigentes. Recuerda que, en realidad, de nada sirve una noche intensa de aprendizaje, que se borrarán tan pronto hagas tu examen. “La prudencia empodera tus palabras”. bojorge@teleton.org.mx
 

 

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