Aprende a enfrentar la muerte

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El máximo enigma de la vida humana es la muerte
El máximo enigma de la vida humana es la muerte
Consuelo Hernández

POR: Consuelo Hernández

Editora de Salud180.com, egresada de la UAM-X. Disfruta de la música y la naturaleza. Fan del ciclismo y del buen humor.

01-11-2011

En la mitología griega Thánatos personificaba a la muerte. Era hijo de Nix (la noche) y de Hypnos (Dios del sueño), y era representado por un joven alado portando una antorcha apagada.

 

La tanatología es el estudio de la muerte y sus manifestaciones. Thánatos significa muerte y logos tratado o estudio.

 

El objetivo de esta ciencia es proporcionar ayuda profesional al enfermo terminal y a sus familiares, a personas con ideas suicidas y a todo individuo que haya tenido una pérdida significativa.

 

 

Ayuda en el manejo de los diversos sentimientos que son inherentes a un duelo: ira, dolor, sufrimiento, depresión y sentimientos de culpa por lo que hicimos o dejamos de hacer por la persona que se ha ido.

 

El máximo enigma de la vida humana es la muerte. De todas las separaciones, ésta es la más temida, tanto si se trata de nosotros mismos, como de algún ser querido. Casi siempre nos toma por sorpresa, es prematura, inevitable e impredecible. Muy pocas personas mueren en el momento preciso, en el instante en el que ellas mismas desearían morir.

 

La labor del tanatólogo

 

La labor de un tanatólogo con un enfermo terminal es ayudarle a morir bien, a superar el miedo, a dejar aquello que ama, a lo desconocido y al dolor físico. La experiencia de la muerte debería ser lo más digna y placentera posible.

 

La atención se puede realizar en un hospital o en la casa de la persona enferma. La elección dependerá en gran medida de los familiares tomando en cuenta el estado del paciente y las posibilidades económicas de la familia.

 

A la vez que se da tratamiento a los síntomas físicos, es fundamental combatir el dolor; hoy en día existen muchas técnicas que permiten al paciente estar en conciencia pero sin dolor.

 

Será necesario ocuparse en todo momento del cuidado emocional del enfermo: brindarle compañía, ayudarle a establecer una buena relación con las personas que cuidan de él.

 

 

Si el enfermo está en condiciones de realizar alguna actividad, se le debe motivar a estar activo, a poner todos sus asuntos en orden para el momento en que ya no esté.

 

El tanatólogo también le ayudará a expresar los distintos sentimientos que surgen a lo largo del proceso que antecede a la muerte y lo apoyará frente a sus ansiedades.

 

En el aspecto espiritual, el experto dialoga con el enfermo sobre las dudas que puedan surgirle en el proceso, sobre el sentido de la vida y de la muerte, de la enfermedad y del dolor. Para muchos pacientes terminales la presencia religiosa es fundamental para poder irse en paz. En este caso, el tanatólogo solicita el apoyo de un sacerdote o religioso.

 

Con los familiares, la labor es enseñarles a dar apoyo al paciente terminal. Cada uno de los miembros de una familia reacciona de manera distinta de acuerdo a su historia personal y a sus vínculos con él.

 

Algunos tratan de sobreprotegerlo y así lo aíslan o agobian con atenciones no solicitadas, mientras que otros desaparecen con todo tipo de justificaciones. Durante un proceso como éste se hacen evidentes los sentimientos negativos en el seno de una familia, como el rencor, la rivalidad, entre otros.

 

El tanatólogo también ayuda a los familiares en su proceso de aflicción con vistas a la separación de su ser querido.

 

Es importante tener una educación para fallecer con dignidad, paz y sin dolor. Para poder morir bien, hay que vivir bien.

 

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