9 tips para arreglar tu desorden

Por lo general, el desorden es una conducta aprendida, la cual seguimos manteniendo por asociación. La mayoría de la gente tiene alguna clase del mismo que suele ser un reflejo de un estado de confusión, tensión o ansiedad, por ello es importante decidirse a arreglar el desorden.

Si existe tanto tu vida, como tu hogar y tu lugar de trabajo, lo menos que debes hacer, al darte cuenta, es estresarte pensando si puedes o no arreglar el desorden, cómo lo harás o tratar de hacerlo todo deprisa, porque eso sólo te agobiará.

En Salud180.com te presentamos algunos consejos, de acuerdo con organizartemagazine.com, para que sepas por dónde comenzar a arreglar el desorden en cualquiera de tus espacios:
 

1. Decídete. Toma la decisión de soltar algo que has estado reteniendo a pesar del hecho de que no lo necesitas por ahora, o al menos en un futuro cercano. Declara: Puedo sentirme seguro sin todas estas cosas.
 

2. Liberar los sentimientos no expresados ayuda a despejar el desorden emocional. Despejar el desorden físico te ayudará a liberar esas emociones y a crear espacios para una energía nueva.
 

3. Es una buena idea comenzar con un lugar pequeño, como un cajón o un rincón de la habitación u oficina. Así evitarás verlo como un todo imposible de arreglar.
 

4. Si tú comprendes que arreglar el desorden puede estimular el flujo de otra ideas, por ejemplo, esto apoyará tu esfuerzo al mantenerte motivado.
 

5. Limita tu espacio. Lo mejor en estos casos es empezar poco a poco, comenzando con una pequeña porción, e ir colocando todo en su sitio, detenidamente y con cierta tranquilidad.
 

6. Rutina. Crear rutinas, aunque se pueda llegar a pensar lo contrario, es una de las mejores maneras para ser más organizados. Haz de una rutina un hábito, y de esta forma podrás tener más en orden lo que hagas.
 

7. Un calendario es otra opción muy buena, para incluir tareas importantes pendientes, cuestiones diversas personales, aquello que tengamos que hacer en un futuro. Es muy útil si lo usas con toda la familia o compañeros.
 

8. Limpieza. Hacerlo a medida que progresas es otra buena opción, y un gran hábito. Por ejemplo, si has ensuciado platos al comer, lávalos de inmediato, evitando así que se amontonen, o limpia el baño cada vez que sea ensuciado. Si te cambias de ropa, guárdala inmediatamente y no la dejes tirada.
 

9. Utiliza un documento o alguna nota para mantener en orden el listado de cosas que usas habitualmente, y el lugar donde puedes encontrarlas.

Recuerda que cuando empiezas a arreglar el desorden de los espacios y objetos, esto comenzará a reflejarse en el resto de tus conductas y decisiones diarias.