5 tics nerviosos en mujeres
POR: Diana Oliva
Estudió periodismo en la FCPyS. Es aficionada a la literatura clásica y su mayor pasión son los perros.
¿Guiños o muecas involuntarias? De acuerdo con Rodolfo Solís, académico de la Facultad de Psicología de la UNAM, los tics nerviosos afectan más a hombres que a mujeres; y que por lo regular se heredan de padres a hijos.
Sin embargo, la aparición de tics nerviosos es, en ocasiones, una manifestación de alguna fobia social, ansiedad o estrés, así lo indica la Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés (SEAS). Aquí las mujeres son más vulnerables, ya que un estudio publicado por la revista Molecular Psychiatry indica que el cerebro de éstas es más sensible a la acción de una hormona que orquesta la respuesta del organismo ante el estrés.
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¿Cuáles son estos movimientos?
El experto Rodolfo Solís señala que un tic nervioso es un movimiento estereotipado, súbito o repentino, impredecible y repetitivo, que involucra a grupos musculares de tipo esquelético; tiene que ver principalmente con el rostro, el cuello o los hombros. También se pude dividir en los siguientes:
1. Tics motores. Suelen iniciarse en la edad preescolar. Aparecen en cualquier parte del cuerpo y duran algunas semanas para luego desaparecer. Éstos se subdividen en simples, movimientos súbitos y breves como las muecas, y complejos acciones con mayor duración que parecen tener un propósito como arreglarse el pelo.
2. Tics vocales. Aquí puedes encontrar los gemidos, aclaramiento de la garganta, toser o resoplar, y en ocasiones palabras o frases.
3. Tics transitorios. Vocales o motores: relativamente comunes.
4. Tics crónicos. Duran más de un año y no desaparecen totalmente; su intensidad es variable.
5. Síndrome de Gilles de la Tourette. Es la forma más severa de tics que combina tanto los motores como los vocales. En éste los tics se pueden presentar muchas veces durante el día, pero tienden a mejorar o empeorar en diferentes momentos, y también cambiar con el tiempo.
La mayoría de los tics nervios se presentan en la infancia y a lo largo de los años se van desvaneciendo; sin embargo, la mejor opción es ir con un especialista para que valore la gravedad y el origen de éstos.