5 mentiras clásicas que la gente dice en la intimidad

Cuando se habla de temas sexuales, hombres y mujeres suelen decir mentiras en la intimidad ya sea por presunción, por quedar bien ante la pareja o por llamar la atención.

 

“Al hablar de sexo, hombres y mujeres tienden a mentir en formas en las que tienen relaciones, exageran en tiempos, calidad y en muchas ocasiones es todo lo contrario a lo que relatan”, dice Terri Fisher, profesor de la Universidad Estatal de Ohio.

 

En el estudio encabezado por este investigador, el objetivo era colocarles a los alumnos un supuesto detector de mentiras para saber sus costumbres sexuales, pero lo que éstos no sabían era que el aparato no funcionaba y así lograron hacer un listado de las mentiras en la intimidad más sobresalientes.

 

“Nunca había hecho algo así”

 

Aceptémoslo, esta mentira casi siempre viene de las mujeres con la finalidad de que la pareja no crea que tiene mucha experiencia o por quererlo hacer sentir Superman.  Olvídate de dar explicaciones y goza plenamente tu sexualidad.

 

“Me agarraste cansado”

 

Cuando un hombre no puede dar más batalla en la cama, recurre a esta frase escudando su bajo rendimiento por causas externas como el trabajo o el estrés.

 

 

“Tendremos sexo como una película XXX”

 

A menos que seas contorsionista o tengas una flexibilidad que ya la quisiera una atleta de alto rendimiento, te darás cuenta que las posturas que ves en estas películas pocas veces se logran en la vida real. Si a esto le sumas el que las parejas quedan perfectamente peinadas, sin una gota de sudor y con una energía extrema ante tanto movimiento, es completamente falso.

 

“Me encanta hacerlo en el jacuzzi”

 

¿En serio? En lo que esperas a que se llene y que el agua salga a una temperatura agradable, la pasión puede bajar; pero eso no es todo, ya que estás dentro, los movimientos son incómodos, te puedes resbalar,  la penetración es casi imposible y el agua es un caldo de bacterias.  

 

 

“Gritar es garantía de un buen sexo”

 

Con la edad te das cuenta de que a veces el ruido es más “show” que necesidad. Es el equivalente menos incómodo de hablar sexy en la cama.  Si de tu boca salen  gemidos o ruidos que sean auténticos. No finjas para nadie y menos para ti.

 

Las mentiras en la intimidad no te dejan nada bueno, lo mejor es ser honesto contigo y con tu pareja sobre sus deseos y necesidades para que ambos disfruten plenamente.