5 claves para identificar y superar un antojo

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Los antojos no son malos, el exceso sí. ¡Cuídate y trata de mantener una dieta equilibrada! Cortesía Getty
Salud180, El estilo de vida saludable

POR: Diana Oliva

Estudió periodismo en la FCPyS. Es aficionada a la literatura clásica y su mayor pasión son los perros.

16-01-2015

El hambre es un impulso natural del cuerpo, que tiene por objetivo mantener y preservar la vida, indica  Susana Monereo, secretaria general de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad. Sin embargo, cuándo esta sensación biológica se confunde con antojo.

 

Un antojo se puede definir como las ganas descontroladas por comer algo. No es imposible superarlos, depende mucho del autocontrol, y también de qué tan seguido pase esto”, afirma en entrevista para Salud180, la nutrióloga Mariana Velazque.

  ¡Enemigo para la figura!

 

Si comieras todo lo que se te antoja, naturalmente subirías de peso porque superarías el nivel de kilocalorías que necesitas por día. Por ello es importante que aprendas a diferenciar entre un requerimiento biológico y un antojo. La experta Mariana te da algunas claves.

 

1. Revisa el horario en el que se te está antojando un alimento en particular. Esto es importante porque muchas veces el problema está en que te saltas tus comidas o pasa muchas horas entre cada alimento,  y ante la necesidad de energía el cuerpo empieza a sentir hambre y se puede parecer a un antojo.

 

2. Checa bajo qué condiciones se presenta. Particularmente en lo emocional. Ejemplo, para muchas personas la ansiedad se relaciona con comida dulce.

 

3. Revisa tus hormonas. Muchas veces ante la elevación o disminución de ciertas hormonas se agudizan los sentidos, este es el caso del embarazo.

 

4. Después de haber comido tu antojo, ¿satisfaces esa necesidad? Es decir, se  te antojaron unas galletas de chocolate, te las comes: ¿Y luego? Si ocasionalmente te pasa y te las comes no es un gran problema, lo malo es si varias veces al día se te antoja lo mismo. Ahí ya puede haber otro tipo de desórdenes,  como el comer compulsivamente o por ansiedad.

 

5. Detectar si estás tomando suficiente agua. Es muy común confundir la falta de agua con el hambre o antojo de algo en particular. Revisa que estés tomando el agua necesaria.

 

Tener un antojo en particular no es necesariamente una adicción. Puede existir un tipo de desorden alimenticio y que coincide con  el gusto por algún alimento; ejemplo, el chocolate”, señala Velazque.

 

Los antojos no son malos, el exceso sí. ¡Cuídate y trata de mantener una dieta equilibrada!

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