Tu forma de escribir delata cómo está tu salud física y emocional
POR: Salud180.com
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Por: Karina González Fauerman
Debería de haber un dicho que dijera: "Dime cómo escribes y te diré cómo eres", porque realmente lo que escribimos es lo que reflejamos.
"La grafología no solo refleja la salud mental de una persona, sino también su bienestar emocional y físico. Puede mostrarnos el estado de ánimo de alguien, sus fortalezas y también áreas de oportunidad que podemos trabajar conscientemente para poder evolucionar.
"Hay que recordar que se analiza en el momento presente que se firma o escribe, es decir, quien esté estresado por el tráfico o por alguna discusión previa a firmar reflejará en la letra su enfado con una presión muy fuerte y ciertas angulosidades. De igual manera si es de temperamento melancólico su escritura se puede notar ligeramente descendente”, explica la grafóloga Marcela Yscav.
Nuestro cerebro, explica Marcela, tiene la gran ventaja que puede programarse con nueva información y desprogramarse de creencias y patrones antiguos que hemos adoptado y de cierta forma nos han limitado. Así, la terapia de escritura o bien, grafoterapia, consiste en cambiar ciertos rasgos de la letra de manera consciente para que la conducta o aspectos de la personalidad se modifiquen. Por ejemplo:
-Una persona sentimental y muy emocional escribe muy redondo y curveado, en cambio alguien con carácter más fuerte (tajante) lo hará con rectas y ángulos.
-Si quieres saber qué tan optimista eres, observa si en tu firma o escritura hay dirección ascendente.
-¿Buscas ser más ecuánime en tus emociones? Escribe lo más horizontal que puedas sobre el renglón, ya que eso te mantendrá en el aquí y en el ahora, sin cambios drásticos de euforia a depresión.
-Alguien con baja autoestima escribe pequeño, con una presión tenue y con su firma tachando su nombre. ¿Qué cambios debe hacer? Escribir grande, adornar su nombre cuando lo escriba y no tachar su firma para no invalidarse.
-Para poner más atención se puede trabajar con la puntuación; recuerda siempre poner el punto de la “i” en su lugar, ya que esto nos ayuda a centrarnos y evitar distracciones.
"Para adoptar un hábito son 21 días, sin embargo, cada persona es distinta. Es importante reforzar con decretos, nuevas actividades y estímulos y por supuesto con la certeza de querer hacer un cambio positivo.
La grafología es una ciencia. Nunca se evalúan rasgos independientes sino el texto en conjunto. Hay que tener claridad de ideas y por supuesto voluntad y constancia”, agrega Marcela, quien estudió Ciencias de la Educación, se especializó en psicopedagogía infantil y en grafología.
La grafología y el bienestar
- Hipertensión: si se escribe con presión variable, la persona puede sufrir de hipertensión.
- Alzheimer: la escritura irregular o las letras emparejadas que tienen rasgos de temblor y escribir a velocidad lenta, son signos de la enfermedad.
- Esquizofrenia: el signo más frecuente es cuando la persona varía la inclinación en una misma frase o palabra que se repite con frecuencia.
- Parkinson: la escritura ilegible y pequeña, revela principios de la enfermedad.
- Cambios de estado de ánimo: si la persona escribe con mayor presión sobre el papel y con mucho texto que a primera vista parece oscuro pero al darle vuelta a la página se puede apreciar a detalle, significa que se tiene mucha energía. Escribir más ligero denota falta de energía o cansancio.
Karina González Fauerman es experta en periodismo de estilo de vida. Síguela en Twitter como @karichula
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