¿Te quitaron el juicio? Aquí te decimos cómo recuperarte

Puede pasar: llegas a consulta con tu dentista con un “simple dolor de muelas”, y terminas agendando una cita para cirugía. Así comienza la travesía para despedirte de las muelas del juicio, pero no sufras, si te quitaron el juicio, aquí te decimos cómo recuperarte.

Se les llama muelas del juicio porque suelen aparecer entre los 16 y 20 años, edad en la que ya estamos más “ubicados en el mundo”, por lo tanto, se considera que tenemos un mayor juicio. Sin embargo, su nombre correcto es terceros molares. ¿Sabías que los dientes de leche también se deben cuidar?

Al ser las últimas muelas, en ocasiones no hay espacio suficiente para su erupción… y es ahí cuando comienza todo el rollo de la extracción.

Aunque hay quienes creen que es prácticamente una ley que te saquen las muelas del juicio, la realidad es que no es así, pues si salen como cualquiera de tus dientes, sin problema alguno, no es necesario someterte a una cirugía.

Sin embargo, cuando se encuentran retenidas, es decir, no tienen suficiente espacio para salir o crecer, la recomendación es retirarlas, revela Mayo Clinic, en especial si te provocan dolor o existe daño a otros dientes, quistes, caries o infecciones. Conoce las enfermedades bucales más comunes.

Cuando están retenidas, pero no causan síntomas, deberás platicar con tu odontólogo cuál es la mejor opción, pues, aunque la mayoría recomienda retirarlas para evitar complicaciones más adelante, hay quienes prefieren dejarlas ahí y monitorearlas para ver que sigan sin provocar daños.

Desde niños las visitas al dentista pueden ser algo traumáticas, en especial cuando éstas no se reducen a una limpieza o revisión, e incluyen instrumentos quirúrgicos en nuestra boca. Para ayudarte a superarlo de la mejor manera, sigue estas recomendaciones:

- Descansa. De acuerdo a especialistas de Mayo Clinic, lo ideal es que el día de la cirugía descanses (aunque, si puedes hacerlo 2 días, mejor), y la semana posterior evites las actividades intensas.

- Coloca compresas de hielo. De esta forma ayudarás a reducir la inflamación. Eso sí, nunca lo apliques directo en la piel, envuélvelo con una toalla y hazlo 3 veces al día por 15 minutos.

- Cuidado con las bebidas. Lo mejor es hidratarte con agua natural y evitar cualquiera irritante, como alcohol, café o refresco, así como las bebidas calientes, mínimo el primer día, aunque será tu médico quien indique cuánto más evitarlo. Asimismo, se recomienda no usar popotes.

- Dales tiempo a tus muelas. Sabemos que un procedimiento dental implica un cambio en nuestra alimentación, por lo tanto, evita la comida dura o irritante (incluidas las papas a la francesa). Prefiere una dieta blanda hasta que puedas soportar algo más sólido y así sucesivamente, siempre usando el lado que no fue operado.

- ¡No fumes! Independientemente de los daños a tu salud que provoca el cigarro, como éstos, hacerlo puede retrasar la cicatrización.

- Sigue las indicaciones de limpieza. Tu médico te dirá cuándo debes esperar para lavarte los dientes y cómo hacerlo para no dañar la herida, pero, al mismo tiempo, evitar infecciones.

Si en algún momento de tu vida debes pasar por esta situación, ahora ya sabes cómo superarlo. Sin embargo, recuerda que lo más importante siempre, es seguir todas las recomendaciones del especialista… No olvides preguntarle por la posibilidad de comer nieves y frapés.

Para resolver otras dudas comunes sobre tus dientes, ve el siguiente video.