Heridas crónicas en personas con discapacidad: el enemigo sigiloso que atenta contra su calidad de vida
POR: Salud180.com
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Desarrollar úlceras es un riesgo que corren las personas con discapacidad. Sin embargo, al no detectarse o tratarse, ponen en riesgo su calidad de vida. El Dr. Gabriel Ulises Hernández de Rubín, médico especialista en Angiología, nos habla más sobre este problema y la importancia de hacer consciencia en sus detección y tratamiento.
La Organización Mundial de la Salud, calcula que más de mil millones de personas alrededor del mundo, tienen alguna forma de discapacidad. Aunque existe cada vez más una consciencia de que la discapacidad es parte de la condición humana, muchos enfrentan obstáculos, como la equidad en acceso a la salud, educación y empleo, que es necesario abordar.
Asimismo, existen riesgos de salud relacionados con su condición que es importante atender, como la aparición de úlceras por presión. En el marco del Día Internacional de las Personas con Discapacidad, el Dr. Gabriel Ulises Hernández de Rubín, médico especialista en Angiología, nos platica más sobre este problema.
Pero antes, debemos aclarar qué es una herida crónica. Todos hemos tenido una herida alguna vez (o la tendremos) y sabemos que existe un proceso de cicatrización natural. Sin embargo, cuando han pasado más de 30 de tratamiento y no avanzan o se resuelven de forma satisfactoria, hablamos de una herida crónica.
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¿Por qué las personas con discapacidad corren el riesgo de sufrir heridas o heridas crónicas?
En las personas con discapacidad, existe el factor de riesgo de las zonas de presión, pues al mantenernos sobre una sola posición por mucho tiempo, se dañan los tejidos, tanto de su circulación, como de su estructura mecánica, provocando que se formen heridas o úlceras en la zona.
De acuerdo al especialista, son zonas de presión, aquellas partes del cuerpo donde tenemos salientes óseas, como los talones, el área del sacro (parta baja de la cintura), codos, hombros. El problema es que, al no existir un movimiento constante, se mantiene el apoyo en un solo punto, dando pie a las heridas.
Asimismo, muchas personas con discapacidad sufren tanto de alteraciones motrices como sensitivas, por lo que no se percatan que están ejerciendo presión en un solo punto y las heridas se desarrollan e incluso agravan.
En ese sentido, es importante el cuidador primario, encargado de asistir a la persona con discapacidad, tenga dentro de su rutina buscar de manera sistemática la aparición de úlceras en las zonas de salientes óseas o zonas de presión, así puede ayudar a un diagnóstico oportuno y evitar que éstas se detecten cuando ya tienen una infección, debido al mal olor, y sean casos severos.
El Dr. Hernández de Rubín, explica que es clave la prevención de las úlceras por presión. Una forma de lograrlo, es a través de una rutina donde se realicen cambios de posición de manera periódica en personas con alteraciones motoras o sensitivas, para evitar la presión por largos periodos en ciertas zonas de la piel y tejido subcutáneo.
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¿Cuáles son las señales de alerta para la atención de las úlceras y heridas?
El especialista en Angiología, explica que lo primero es estar pendientes a cambios en la piel, como enrojecimiento en las zonas de presión o calor localizado, pues, aunque a primera vista la piel se vea “normal”, podría ser un indicador de que el tejido debajo esté dañado y el paciente está en proceso de formación de la úlcera.
Si identificamos estas señales, lo ideal es buscar atención, no esperar a que la piel se abra.
Por otro lado, cuando las heridas se forman y no siguen ese proceso gradual de ir disminuyendo su profundidad y tamaño, es decir que la herida se mantiene estancada o incluso aumenta de tamaño o profundidad, es un indicador de que la causa no se ha resuelto y la herida empeora, por lo que debemos buscar atención especializada.
Finalmente, es muy importante conocer las señales de infección, como mal olor, secreción purulenta, enrojecimiento y aumento del dolor en la zona de la herida o alrededor de ella, incluso puede haber fiebre. Estos son focos rojos para buscar ayuda inmediata.
¿Cuáles son los riesgos de no identificar o tratar las heridas a tiempo en personas con discapacidad?
En primer lugar, si la herida no se diagnostica y controla la causa, ésta va a crecer y esto hará más difícil y tardada su cicatrización. Por otro lado, se trata de heridas susceptibles a infectarse, lo cual puede traer riesgos a la salud.
El Dr. Gabriel Ulises Hernández de Rubín, explica que el problema está en que la infección puede avanzar e incluso llegar hasta el hueso o, en casos severos, si se vuelve muy grande la úlcera y no se controla la infección, puede llevar a una sepsis, poniendo en riesgo la vida de quien la padece.
Y no podemos dejar de lado el riesgo de amputación, pues muchas veces puede ser un procedimiento necesario para salvar la vida del paciente cuando las heridas progresan.
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¿Cuál es el mejor tratamiento para las úlceras y heridas crónicas?
Actualmente existen múltiples tecnologías para el manejo avanzado de heridas, las cuales permiten crear un ambiente propicio para que la úlcera cicatrice, tratando que sea de la mejor manera, de forma acelerada y con el menor impacto en la calidad de vida del paciente.
Parte de esta tecnología, implica el uso del ácido hialurónico de bajo peso molecular como guía para favorecer el proceso de cicatrización de la herida, además de servir como medio para administrar otras sustancias, como la colagenasa y sulfadiazina de plata, que han demostrado ser útiles en el manejo de las heridas.
Pero ojo, aunque el ácido hialurónico tiene diferentes usos a nivel médico y cosmético, no cualquiera es efectivo en el tratamiento de las heridas, por lo tanto, su aplicación debe ser únicamente bajo la indicación médica, no es posible aplicar cualquier tipo de ácido hialurónico, mucho menos si su uso está indicado para otro fin.
Por otro lado, un factor importante para la cicatrización, que también se debe tratar, son las condiciones asociadas a que la herida se vuelva crónica y no esté cicatrizando. Si bien uno de ellos es la edad, también existen otros como el estado nutricional, enfermedades crónicas no controladas (diabetes, problemas renales, de tiroides), así como enfermedades vasculares.
El especialista subraya que éstas se encuentran entre las causas más comunes, pero pocas veces identificadas, en especial en las úlceras de las extremidades inferiores, las cuales tienen una alta asociación con enfermedades arteriales y venosas. Es importante identificarlas y atenderlas, de lo contrario, al no atenderse la causa vascular, tampoco se dará la cicatrización.
La buena noticia, es que, gracias a la tecnología, cada vez existen mejores posibilidades de manejar las heridas complejas en un ambiente extra hospitalario, disminuyendo el número de visitas necesarias al consultorio o número de curaciones que se hacen por semana.
Esto es especialmente importante en un momento como el que vivimos, sin embargo, es clave no dejar de lado tu tratamiento y recordar que nada sustituirá nunca a las indicaciones médicas. Darles seguimiento a tus heridas es clave para su recuperación, así como la capacitación para poder realizar algunas curaciones en casa.
Cada herida es diferente y las indicaciones dependerán de tu condición y evolución. Entre diferentes especialistas de la salud que pueden ayudarte en su tratamiento, las enfermeras con estudios de manejo avanzado de heridas pueden dar un tratamiento inicial para posteriormente ser atendido por otros especialistas.
Tanto los dermatólogos y cirujanos plásticos especializados, como loas cirujanos vasculares, son excelentes aliados en el manejo avanzado de heridas, pero dependerá de tu situación, no dudes en buscar ayuda.
Sabemos que vivimos una situación extraordinaria, sin embargo, no debes dejar de lado el cuidado y tratamiento de tus heridas. Existen diferentes estrategias que se pueden seguir para para mantener la vigilancia de las heridas, al tiempo que te proteges del Covid.-19, consulta con tu médico las opciones, evita complicaciones.
El Día Internacional de las Personas con Discapacidad, es un buen momento para reflexionar sobre la situación de estos pacientes y las heridas crónicas. El Dr. Hernández de Rubín llama a hacer conciencia sobre las úlceras y cómo pueden afectar la calidad de vida de las personas con discapacidad.
La clave es la prevención y capacitación, conocer las causas y manifestaciones para prevenirlas y atenderlas oportunamente. Si tú o alguien de tu familia sufre alguna discapacidad, no dejen de lado el cuidado la vigilancia de las diferentes zonas donde pueden aparecer úlceras, eviten complicaciones.
