Tatuajes y piercings son más comunes en quienes han sufrido algún tipo de abuso, ¿verdad o mito?

Cada mente es un mundo, pero también cada cuerpo, somos libres de hacer lo que queramos con él porque es la base de nuestra identidad. Hoy en día, es más común encontrar a personas con tatuajes o piercings. Sin embargo, un reciente estudio ha causado revuelo al relacionar a estas personas con algún tipo de abuso o negligencia infantil.

¡Tal como lo lees! La decisión de hacernos una perforación o tatuaje son variadas, algunos lo hacen para mejorar su estética, por sentido de pertenencia, para tener presente un momento en específico, en honor a un ser querido, por “adicción'' o simple gusto, sea cual sea la razón, nosotros decidimos qué inmortalizamos en nuestra hermosa piel.

Sí, aunque cada quien tiene sus propios motivos para modificar su cuerpo, lo cierto es que un reciente estudio publicado por la BMC Psychology, ha causado revuelo y dividido opiniones entre quienes tienen tatuajes o perforaciones en su cuerpo, ¿la razón? Los especialistas consideran que son más frecuentes en personas que han enfrentado antecedentes de abuso o negligencia infantil.

De acuerdo con la investigación, las modificaciones corporales podrían tener un significado especial para las personas que han sobrevivido a la adversidad, en particular, al trauma interpersonal a manos de los cuidadores durante la infancia, así como una expresión de autonomía. 

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Foto: iStock

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Para realizar la investigación a cargo de cargo la psicóloga Mareike Ernst, del Departamento de Medicina Psicosomática y Psicoterapia del Centro Médico Universitario de Maguncia (Mainz), se reclutaron a más de mil participantes, residentes de Alemania, en un rango de edad de entre los 14 a los 44 años. 

A todos los participantes, se les realizó un cuestionario para tener un perfil sociodemográfica, entre las preguntas, se incluyó si tenían tatuajes o piercings, si habían enfrentado algún tipo de abuso o negligencia durante la infancia, así como el impacto que tuvo este tipo de abuso o negligencia.

Alrededor del 40 por ciento de los participantes tenían al menos un tatuaje o piercing, sólo el 35 por ciento de ellos no tenían ningún antecedente de abuso o abandono infantil, pero el 25 por ciento del total de los participantes, informó haber crecido bajo algún tipo de abuso significativo, de los cuales, el 48 por ciento tenían tatuajes o perforaciones.

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De acuerdo con datos de la investigación, cuánto más serio era el abuso o negligencia que enfrentaron, más tatuajes o piercings tenían los participantes. ¡Ojo! Esto no quiere decir que se aplique para todas las personas, recordemos que se trata de un estudio transversal basado en una muestra de población, por ello, no se puede establecer una relación definitiva.

La conclusión de los investigadores es que “el presente estudio se suma a investigaciones previas al confirmar asociaciones positivas y similares de tatuajes y perforaciones con abuso y negligencia infantil dentro de una muestra de población representativa. Estas relaciones no solo se referían al abuso físico y sexual, sino también a experiencias tempranas de abandono y formas emocionales de trauma”, señala el texto de la investigación.

Según los especialistas, estos hallazgos abren nuevas vías para brindar ofertas de apoyo que involucren a los tatuadores, con el objetivo de filtrar casos de atención primaria.  

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