Desarrollan con éxito vacuna que previene el hígado graso y ¡no es inyectada!

La ciencia nunca deja de sorprendernos y esta vez se trata, nada más y nada menos, que del desarrollo de una vacuna terapéutica que previene la ateroesclerosis y el hígado graso no alcohólico. 

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Foto: iStock 

Dicho desarrollo está en manos del investigador titular “C” en el Instituto de Fisiología Celular (IFC) de la UNAM, Jaime Mas Oliva.

De acuerdo con el investigador, la eficacia de la vacuna ha sido probada en el IFC utilizando células in vitro y a nivel preclínico en cerdo y conejo como animales de experimentación.

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A diferencia de las vacunas que generan inmunidad a largo plazo contra patógenos, la vacuna desarrollada por el doctor Más Oliva activa la llamada inmunidad innata desactivando una proteína, cuya parte de su actividad podría considerarse como “mala o innecesaria” en el organismo humano.

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Aunque la ateroesclerosis no causa necesariamente hígado graso o a la inversa, ambos males están conectados, pues son causadas por altos niveles de colesterol y triglicéridos.

“Si uno padece ateroesclerosis, muy probablemente también se tenga algún grado de hígado graso”, señala Jaime Mas Oliva.

 

La enfermedad aterosclerótica se da por la acumulación de grasas en arterias y venas, y en casos severos puede desencadenar infartos tanto del miocardio como cerebrales.

"Si se toma en cuenta que el tejido adiposo tiene un límite de captación de lípidos incluyendo al colesterol, la acumulación puede empezar a llevarse a cabo en el hígado, lo que puede a su vez derivar en fibrosis hepática, cirrosis y eventualmente convertirse en cáncer", afirma Mas Oliva.

La vacuna desarrollada por Mas Oliva y su equipo de investigadores se trata de una vacuna terapéutica de aplicación nasal que se absorbe rápido en la trama vascular de la mucosa nasal, donde al pasar a la circulación promueve la generación de una serie de anticuerpos que bloquean la actividad de CETP.

“Funciona de maravilla. Se ha aplicado en animales alimentados con dietas altas en triglicéridos y colesterol, evitando que estos animales experimentales desarrollen ateroesclerosis e hígado graso. Al bloquear CETP, la vacuna evita que esta proteína regrese colesterol a la íntima de las arterias, permitiendo que el colesterol pueda ser excretado a través de las sales biliares. También se observó un efecto espectacular de prevención de formación de hígado fibrótico”, apunta el investigador.

Al observar que la vacuna terapéutica de aplicación nasal no genera ningún efecto secundario y muestra una toxicidad cero al ser administrada en animales experimentales, Mas Oliva arrancará las pruebas clínicas en humanos.

Con esto se espera iniciar en breve las pruebas clínicas, que, de ser exitosas, permitirá pasar a las fases de autorización por parte de la autoridad sanitaria del país, así como a las fases de producción y eventualmente de comercialización.

Cabe mencionar que la vacuna ya cuenta con patentes otorgadas en México y Estados Unidos, y pronto se tendrá la europea.

Con información de la Gaceta UNAM