Cómo se contagia la hepatitis A: ¿puede dar por los alimentos?

El hígado es un órgano más grande del cuerpo que cumple funciones muy importantes. Sin embargo, es vulnerable a sufrir diferentes enfermedades, como la hepatitis. Conoce cómo se contagia la hepatitis A: ¿puede dar por los alimentos?

Cuando hablamos de enfermedades del hígado, suelen venir a la mente el hígado graso, la cirrosis y la hepatitis, pues aunque no son las únicas, sí son las más comunes y capaces de causar un daño considerable a este órgano.

¿Qué es la hepatitis A?

Se le llama hepatitis a la inflamación del hígado que puede dañarlo y afectar su funcionamiento. Esta inflamación puede ser aguda o crónica y existen diferentes causas detrás, entre ellas virus, como el causante del tipo A.

La Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados unidos, explica que la hepatitis viral es la más común, aunque existen diferentes tipos. La hepatitis A es causada por el virus de la hepatitis A, que se encuentra principalmente en las heces y sangre de una persona infectada.

En ese sentido, el virus suele estar presente aproximadamente de 15 a 45 días antes de que se presenten síntomas y durante la primera semana de la enfermedad.

¿Puede dar hepatitis A por los alimentos?

Según especialistas, la hepatitis A, al igual que la E, se transmiten principalmente a través del contacto con alimentos o agua contaminados. Esto tiene relación, en mayor medida, con la mala higiene al preparar o lavar los alimentos.

En ese sentido, los National Institutes of Health en Estados Unidos, explican que la hepatitis A puede contraerse a través del contacto con la materia fecal de alguien infectado… pero ¿cómo llega hasta la comida?

Restos de heces podrían llegar a los alimentos si la persona infectada no se lavó las manos después de ir al baño y prepara los alimentos, pero también si llegas a consumir agua no potable o alimentos lavados con agua de este tipo.

Entre estos, las frutas y verduras sin pelar, los mariscos crudos y el hielo, son fuentes comunes. Sin embargo, no son las únicas formas de contagio.

¿Cómo se contagia la hepatitis A?

Además de alimentos y agua contaminada, es posible contagiarse de hepatitis A si se tiene contacto físico directo con una persona infectada, por ejemplo, al tener relaciones sexuales o cuidar a un paciente enfermo.

Asimismo, si llegas a entrar en contacto con las heces o sangre de alguien que tiene en ese momento la enfermedad o si esa persona pasa el virus a un objeto por no haberse lavado bien las manos y tocas este con tu boca, podrías contraerlo.

Sobre quienes tienen mayor riesgo de contagiarse, especialistas de Mayo Clinic, se refieren a personas que trabajan o viajan en lugares donde la hepatitis A es frecuente; ayudas o trabajas en el cuidado de niños o un centro infantil; vives con alguien con hepatitis A; tienes contacto sexual con alguien con hepatitis A; eres VIH positivo; no tienes vivienda; tienes un trastorno de coagulación y usas algún tipo de droga ilícita.

¿Cuáles son los síntomas de hepatitis A?

Es importante tener en cuenta que no todas las personas tienen síntomas de hepatitis A. La Organización Mundial de la Salud, explica que los adultos presentan signos y síntomas con mayor frecuencia que los niños, de igual modo, la gravedad y mortalidad aumenta con la edad. Sin embargo, entre las señales de alerta, están:

* Orina oscura y/o heces de color arcilla o pálidas

* Fatiga

* Comezón

* Pérdida del apetito

* Fiebre baja

* Náuseas y vómitos

* Piel y ojos amarillentos

* Molestias abdominales

Ante los síntomas, acércate a tu médico. A través de un análisis de sangre, puede confirmarse el diagnóstico.

¿Cuál es el tratamiento para la hepatitis A?

Actualmente no existen tratamientos específicos para la hepatitis A, sino que el cuerpo elimina el virus solo y, en la mayoría de los casos, el hígado se cura antes de los seis meses y no causa daños duraderos.

Por esta razón, el tratamiento se centra en controlar los signos y síntomas, por lo que se recomienda descansar; buscar estrategias para controlas las náuseas, como comer poco a lo largo del día; beber mucho líquido, en especial si sufres vómitos; evitar el alcohol y cuidar los medicamentos que consumes, además de evitar la comida grasosa.

Si bien, en la mayoría de los casos, la hepatitis A no causa daño hepático a largo plazo, debe ser un médico quien diagnostique y descarte problemas, pues en raras ocasiones podría causar una pérdida repentina de la función hepática.

Esto es más común en adultos mayores o personas con enfermedades hepáticas crónicas, y estos casos requieren hospitalización, por lo que es mejor no dejarlo pasar.

Ahora que ya sabes cómo se contagia la hepatitis A y que sí puede dar por alimentos contaminados, mantén una buena higiene después de usar el baño y antes de preparar los alimentos y evita comer en lugares donde no estés segura de la higiene.

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