¿Cómo salvar una suculenta podrida? Paso a paso fácil y efectivo

Las suculentas se encuentran entre las predilectas de los fans a la jardinería o botánica o bien, de los que amamos las plantitas. Lamentablemente, el cuidado de esta especie es todo un reto, en especial si se tiene dentro de una casa u oficina. La razón primordial se encuentra en que su tejido está diseñado para almacenar agua, describe la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

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¿Cómo cuidar una suculenta en interior?

A la gran mayoría de las suculentas les encanta el sol, sin embargo, cuando se vive en departamentos o se está todo el tiempo en el trabajo es complicado conseguir que esa iluminación natural llegue a la planta. Motivo por el que te ofrecemos las siguientes recomendaciones:

1.    Trata de sacar a tu suculenta a la azotea o colocarla junto a una ventana aproximadamente por seis horas. ¡No te olvides de ella!

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2.    Escoge aquellas de color verde y de crecimiento lento ya que se adaptan mejor en interior.

3.    Su riego va de los 10 a 15 días, pero para evitar que se pudra opta por esperar a que la tierra se seque por completo.

4.    Cada cuatro meses pon un poco de abono a tu suculenta. En las tiendas especializadas hay preparados para tal objetivo, pero también puedes colocar humus de gusano.

5.    Selecciona una maceta que permita un buen drenaje: que tenga un agujero en la base. En cuestión de la tierra tiene que ser  especial; ejemplo, mezcla humus, arena de río, arena gruesa o grava.

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¿Cómo salvar una suculenta podrida?

La forma más sencilla es la siguiente:

1. Saca tu suculenta de la maceta y checa  el tallo y la raíz. Corta con unas tijeras o cuchillo, previamente desinfectados con alcohol, las zonas negras.

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2. Deja que seque y sane. Algo importante es que no le debe dar el sol directamente.

3. Pasado tres a 5 días trata de plantarla. Si vas a utilizar la misma maceta, procura lavarla y coloca tierra nueva.

4. Planta y riega.

Cuida mucho a tu suculenta porque al igual que tú es un ser vivo.