Chalazión: cuando una infección da paso a una protuberancia en el párpado

Desde niños sabemos que restregar nuestros ojos con las manos (sin lavarlas antes) es muy peligroso. Pero, ¿quién puede soportar esa pestaña o pelusa? Además casi nunca hay un baño a la mano. Si bien, la consecuencia más frecuente es una infección, en ocasiones se puede formar lo que los expertos llaman chalazión y que da origen a una protuberancia en el párpado. 

¿Qué es un chalazión? 

A primera vista es fácil de confundir con un orzuelo, también llamado inflamación de las glándula de Zeiss. Un bulto pequeño, rojo y doloroso que crece en la base de las pestañas o debajo del párpado, describe American Academy of Ophthalmology. 

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Sin embargo, una chalazión es diferente. Se presenta cuando se obstruye la glándula de grasa del párpado. Al principio, puede ser una “bolita” pequeña, pero con el paso del tiempo tiende a crecer hasta ponerse roja, hinchada y sensible al tacto. 

No es peligroso, aunque en algunos casos puede crecer tanto que se vuelve una protuberancia capaz de de ejercer presión sobre el ojo y hacer que la visión sea borrosa. En casos extremos el párpado se puede hinchar por completo. 

Síntomas de chalazión 

¡Ojo! Puede crecer sin aviso aparente, en algunas ocasiones se puede manifestar con los siguientes signos: 

• Protuberancia que en algunos casos se puede volver roja y sensible al tacto
• Puede hincharse el párpado entero
• Visión borrosa

¿Qué te hace vulnerable a una chalazión?

Cualquier persona los puede sufrir, pero hay condiciones que te pueden hacer más susceptible a ellos: 

• Blefaritis, problema que afecta el borde del párpado
• Haz tenido este problema con anterioridad 
• Acné
• Rosácea
• Dermatitis seborreico
• Diabetes

¿Cómo quitar una chalazión rápido? 

Lo primero a hacer es colocar un paño húmedo con agua tibia, de tres a cinco veces al día. Estas comprensas abrirán y drenan la glándula del aceite obstruido. Si no disminuye el tamaño es necesario acudir al oftalmólogo para que sea él quien indique el tratamiento a seguir: inyecciones de esteroides o cirugía (se extirpa el tejido). 

A partir de ahora, pensarás dos veces antes de tocarte los ojos sin lavar tus manos antes. 

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