Olvídate del dolor en los senos por mastitis: 4 remedios infalibles si das pecho a tu bebé
Tener la oportunidad de amamantar a tu bebé crea una conexión especial entre los dos, por fin le conoces tras nueve meses de ser su hogar, de sentir su movimiento e imaginar su carita hermosa. Sin embargo, aunque fortalece el vínculo al generar apego y empatía, hay ocasiones en las que realmente es un sacrificio. Olvídate del dolor en los senos con 4 remedios contra la mastitis.
La lactancia materna no sólo es la acción de alimentar con amor, sino que el bebé recibe calor, protección y cuidado al tener contacto piel a piel con la mamá. De acuerdo con un artículo publicado por el National Center for Biotechnology Information, cuando el bebé succiona el pecho materno su cerebro genera oxitocina, mejor conocida como la hormona del amor, la cual, genera pensamientos positivos entre madre e hijo.
¿Cuáles son los beneficios de amamantar?
Dentro de los primeros meses de vida, amamantar a tu bebé ofrece muchos beneficios tanto para tu salud como la de ese ser tan indefenso, debido a que la leche materna proporciona una nutrición esencial para “blindarlo” contra las infecciones respiratorias y gastrointestinales más comunes.
Por otra parte, se reduce el riesgo de desarrollar enfermedades alérgicas, asma, obesidad o diabetes tipo 2, muerte súbita o de cuna al mismo tiempo que mejora su desarrollo cognitivo neurológico. En la madre, se reduce la probabilidad de padecer cáncer de mama, de ovario y enfermedades cardiovasculares, describen especialistas del Eunice Kennedy Shriver National Institute of Child Health and Human Development.
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¿Qué es la mastitis?
Aunque lactar es un acto de amor precioso, cuando se produce una mastitis puede volverse sumamente doloroso. Especialistas del instituto médico Cleveland Clinic, lo describen como una infección que se desarrolla en el tejido mamario, haciendo que el seno afectado se hinche, se enrojezca y duela por la inflamación, por lo general, afecta sólo a un seno, pero hay casos en los que se desarrolla en ambos.
Este tipo de infección puede desarrollarse dentro de las primeras 12 semanas de lactancia, cuando las bacterias que se encuentran en la piel o la saliva ingresan al tejido mamario a través de un ducto de leche, pero también, cuando la leche no puede salir por un conducto bloqueado. Si esto pasa, comenzarán a crecer bacterias dentro de la leche estancada ocasionando la infección.
Una técnica incorrecta al amamantar, utilizar un brasier demasiado ajustado o tener los pezones agrietados y adoloridos, puede aumentar el riesgo de desarrollar mastitis. ¿Cómo reconocerla?
Presta atención si notas un bulto extraño en los senos, si el dolor o ardor empeora al momento de amamantar a tu bebé, si presentas secreción en los pezones, si tienes dolor de cabeza, náuseas, vómito, fiebre , escalofríos o te sientes más cansada de lo normal.
Foto: iStock
¡Ojo! Si la mastitis no es tratada a tiempo se puede producir un absceso mamario, el cual, necesitará ser drenado quirúrgicamente, así como llevar un tratamiento con antibióticos. Antes de llegar a este punto, existen algunos remedios que pueden ser de gran ayuda, pero lo ideal es que consultes a tu médico para recibir un tratamiento adecuado.
Remedios caseros para la mastitis
1. Bebe mucho líquido y procura descansar todo lo que sea posible
2. Amamanta cada dos horas para que la leche pueda fluir a través de los conductos o utiliza un extractor de leche.
3. Aplica compresas tibias y húmedas sobre el seno en el que sientes dolor varias veces durante el día. Es recomendable masajear el área con movimientos circulares muy suaves en la parte alta del seno y bajando hacia el pezón.
4. Utiliza un sostén de apoyo, pero que no presione el pecho.
Es importante que al momento de amamantar dejes de lado el celular, enfócate en crear esa conexión especial:
Mírale a los ojos
Háblale suavemente a tu bebé
Responde a sus miradas
Busca un lugar en donde te sientas más tranquila
Siente el amor que das y recibes de tu bebé
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Si la mastitis se presenta en más de una ocasión durante la lactancia, podría tratarse de un problema en la posición o agarre del pezón del bebé, por ello, un especialista en lactancia podría ser tu mejor aliado durante este hermoso proceso.
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