4 problemas de salud que pueden desencadenar una preeclampsia durante el embarazo

“Todavía no te conozco, pero ya te amo con todas mis fuerzas”, detrás de esa frase llena de amor se encuentra una futura súper mamá que, a veces, debe pasar por situaciones difíciles para sacar adelante a su bebé, sobre todo si se trata de complicaciones que se presentan durante la gestación como la preeclamsia. 

Aunque la mayoría de los embarazos se logran con normalidad, la preeclampsia se trata de una complicación que puede poner en riesgo la vida tanto del bebé como la de la futura mamá. De acuerdo con especialistas del instituto médico Mayo Clinic, se caracteriza por mantener la presión arterial alta, presentar altos niveles de proteína en la orina (proteinuria) y por dañar órganos de importancia como el hígado y los riñones. 

Normalmente, esta afección se puede presentar en las mujeres que pasan las 20 semanas de embarazo. Aunque el 75 por ciento de los casos se desarrolla en su forma más leve, sí se trata de una de las principales causas de muertes maternas y neonatales a causa de problemas hipertensivos, describe la Organización Panamericana de la Salud (OPS). 

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La causa exacta de la preeclampsia se desconoce, pero se cree que este problema comienza en la placenta, el órgano que se encargará de nutrir a tu bebé durante todo el embarazo, pues durante las primeras semanas de concepción, se forman los vasos sanguíneos que envían sangre a la placenta de manera eficiente. 

Cuando estos vasos sanguíneos no se forman o se desarrollan de manera adecuada, su tamaño es más angosto que los normales, el problema, es que reaccionarán de manera diferente a las indicaciones hormonales, limitando la cantidad de sangre que puede fluir sobre estos. 

De acuerdo con información de la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, la preeclampsia se puede presentar en alrededor del 3 al 7 por ciento de todos los embarazos, debido a un flujo de sangre ineficiente en el útero, daño en los vasos sanguíneos, problemas en el sistema inmunitario, factor genético.

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Por otra parte, existen algunos problemas de salud que aumentan el riesgo de desarrollar preeclampsia durante o después del embarazo, conocida como post parto, la cual representa una cuarta parte de los casos dentro de los primeros cuatro días, pero a veces se extiende hasta la sexta semana después del parto. 

Obesidad

Hipertensión o presión arterial alta crónica

Diabetes tipo 1, diabetes tipo 2 o diabetes gestacional

Padecer una enfermedad renal

Enfermedades autoinmunes como el lupus

Otras causas que no precisamente se deben a una enfermedad, pero que también aumentan el riesgo de desarrollar preeclampsia en el embarazo es ser mamá primeriza, estar embarazada de una nueva pareja, tener un embarazo múltiple, embarazo mediante fertilización in vitro, tener bebés en intervalos con menos de dos años, pero más de 10 años de diferencia. 

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En una mujer con preeclampsia, su presión arterial podría alcanzar niveles mortales, por ejemplo, 140/90 mmHg, ya que esta afección ejerce presión sobre el corazón, por ello, podría causar graves complicaciones, como el desprendimiento de la placenta.

¿Cuáles son los síntomas de preeclampsia?

Si estás embarazada, es probable que las primeras señales de alerta se detecten durante tus visitas prenatales, sin embargo, lo mejor es prestar mucha atención a cualquier síntoma que consideres inusual, más vale tomarlo en cuenta, ¿no crees?

Náuseas y vómitos

Dolor de cabeza

Dificultad para respirar por líquido en los pulmones

Hinchazón en manos y cara

Dolor abdominal derecho, debajo de las costillas

Visión borrosa, sensibilidad a la luz

Manchas oscuras que se presentan en la visión

¿Cómo se trata la preeclampsia?

Debido a que la preeclampsia puede desencadenar una serie de complicaciones que ponen en riesgo tanto al bebé como a la futura mamá, como desarrollar una enfermedad cardiovascular, dañar órganos como los riñones, hígado, pulmones, corazón, ojos o causar un accidente cerebrovascular, los especialistas en la salud consideran que el tratamiento primario es inducir el parto, aunque el bebé sea prematuro. 

Esta decisión dependerá de la gravedad de la preeclampsia, la edad gestacional y salud del bebé. Sin embargo, una preeclampsia grave requerirá que te mantengas en el hospital para controlar la hipertensión y posibles complicaciones, mediante medicamentos antihipertensivos, anticonvulsivos y corticosteroides para promover el desarrollo de los pulmones del bebé antes del parto.

Ahora que ya sabes por qué es necesario mantener estable los niveles de presión arterial durante el embarazo, no dudes en acudir con tu médico en cuanto notes alguna señal de alerta si tienes la sospecha de preeclampsia. ¡Cuídate por tu bebé! 

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