Talento mexicano: Ingeniero crea respirador de bajo costo

Una gran idea puede surgir de muchas formas, en medio de una pandemia o mientras se dan clases en línea. Para el ingeniero y profesor de la Universidad de Sonora, Gustavo Jesús Ozuna, llegó mientras leía una nota sobre un médico, que en la desesperación por salvar la vida de un bebé, creó una incubadora provisional. Entonces, ¿qué le impedía a él socorrer a miles de mexicanos con un respirador de bajo costo?

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“Creatividad basada en el conocimiento científico”

Este prototipo de respirador artificial no invasivo (no se intuba a la persona) fue concebido en las instalaciones educativas en las que labora el ingeniero. A través de elementos que se pueden encontrar en las tlapalerías o las ferreterías, confeccionó una opción capaz de brindar auxilio a pacientes con Covid-19 o con alguna enfermedad que afecte las vías respiratorias.

¿Cómo funciona? “Envía una frecuencia de dos segundos y un exhalación de 2.2 segundos, porque ésta última es 10% más lenta que la respiración, y con un máximo de tres de respiración y 3.3 segundos de exhalación. Variación que surge cuando se está dormido o despierto”, describe en entrevista para Salud180, el ingeniero Gustavo Ozuna.

Foto cortesía Gustavo Jesús Ozuna

Además, el dispositivo cuenta con dos luces LED: verde y rojo, las cuales indican cuándo se debe hacer el proceso de inhalar y exhalar. “Una dinámica que le permite al paciente pre-hospitalario guardar tranquilidad, lo que ayuda a que el aire entre mejor a los pulmones”, señala el experto.

¿Qué costo tiene?

Dependiendo de dónde se viva y la calidad de los materias que se adquieran, éste puede llegar a los 800 pesos. El diseño se encuentra en línea para que cualquiera lo pueda fabricar. Sin embargo, y gracias a la colaboración con expertos de la salud, el profesor Ozuna se encuentra realizando modificaciones a su diseño para mejorar su funcionamiento, una de ellas es incorporación de un burbujeador.

Este elemento evita la resequedad que se da al pasar el aire por las fosas nasales. Para ello requiere el uso de agua destilada.

Actualmente, el respirador artificial se encuentra en manos de la Asociación Mexicana de Mecatrónica, quien con un equipo de neumólogos  está realizando pruebas en el estado de Querétaro. Con el objetivo de que sea aceptado por las autoridades necesarias para su fabricación y  distribución gratuita.

“Mi intención es ayudar sin fines de lucro, porque se pueden dar soluciones en base a la creatividad fundamentada en el conocimiento”, comentó el ingeniero Ozuna.