Enriquece tus platillos con aguacate

¿Qué tal te saben unos taquitos con aguacate? un alimento tradicional que puedes comer solo, con un poco de sal o acompañando deliciosos platillos mexicanos, incluso sus hojas pueden ser aprovechadas como condimento.

De acuerdo con Luis Alberto Vargas, del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM, el aguacate mexicano es el criollo, un fruto color verde o negro, de cáscara delgada, olor intenso y una textura muy similar a la de la mantequilla. Algunos acostumbran comerlo con todo y cáscara.

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Sin embargo, el aguacate Hass es la variedad más conocida. Tiene su origen en aguacates mexicanos que se llevaron de Atlixco a California, Estados Unidos. Ahí el agricultor Rudolph Hass, desarrolló y patentó esta variedad de aguacate. La industria mundial los prefiere porque dan un fruto más grande, de un tamaño más uniforme y al tener una cáscara más gruesa, garantizan mayor tiempo de vida desde la cosecha hasta llegar al consumidor final.

El aguacate criollo es mejor en su sabor, textura y aroma, pero cada vez se siembra menos en nuestro país. El investigador Vargas advierte que esta situación no sólo amenaza la diversidad biológica del cultivo sino que podría resultar en que muchas generaciones de mexicanos se pierdan de conocer el sabor del aguacate criollo.

Destacó que existen pruebas arqueobotánicas, históricas y lingüísticas de que nuestros antepasados prehispánicos lo domesticaron hace miles de años. En la cueva de Coxcatlán, cerca de Tehuacán, Puebla, durante la década de los sesenta del siglo pasado, el arqueólogo Richard Mc Neish encontró fragmentos de sus semillas. Al analizarlas, se concluyó que tenían una antigüedad de entre 7 mil y 8 mil años antes de nuestra Era.

El guacamole también es aporte de nuestros antepasados. La palabra proviene del náhuatl “ahuacamolli”, que significa salsa de aguacate. “En contextos arqueológicos se han encontrado molcajetes con restos de aguacate, lo que no se sabe bien es con qué se condimentaba. Por ejemplo, hoy sabemos que después de la Conquista se hacía el guacamole con granada, fruto traído por los europeos y que combina muy bien con este platillo”.

“Aunque el guacamole se conoce en todo el mundo, no en todas partes es de buena calidad, pero se ha convertido en un platillo muy solicitado y ha fomentado la venta del fruto”, agrega el investigador.

Ivette Hernández mexicana residente en Buenos Aires, Argentina, lo confirma. “Lo primero que me pidieron al llegar fue que les hiciera unos tacos con guacamole; en Argentina lo conocen pero no es nada parecido al sabor del mexicano. Allá el aguacate y las especies son de alto precio y prefieren combinarlo con otros productos”.