Carrera contra las adicciones

Compartir en Instagram se abrirá una nueva ventana
Guardar en Favoritos
Guardar en Favoritos
Hacer ejercicio, como correr, puede ayudar a tratar y posiblemente a prevenir la adicción a las drogas, ya que la liberación de endorfinas durante la actividad física podría modificar la dependencia desde el cerebro. Fuente: Photos.com
Salud180, El estilo de vida saludable

POR: J. Manuel Reyes

Editor de Salud180.com Aficionado a las nuevas ideas. Una palabra lo cambia todo.

10-06-2013

De acuerdo con un estudio del Instituto Nacional contra la Adicción de Estados Unidos, hacer ejercicio, como correr, puede ayudar a tratar y posiblemente a prevenir la adicción a las drogas, ya que la liberación de endorfinas durante la actividad física podría modificar la dependencia desde el cerebro.

 

Para rehabilitarse, muchas veces los adictos deben renunciar a sus hábitos de vida anteriores, como los sociales, incluyendo a cualquier amigo que consuma. Durante su recuperación, tienen mucho tiempo libre y poco apoyo, ahí es cuando hacer ejercicio podría ser de mucha utilidad para combatir la adicción a las drogas.

 

Un gran número de estudios muestran que el ejercicio vigoroso puede desencadenar sensaciones de felicidad, tranquilidad, euforia y creatividad, según Carmen Sánchez Mora y María Emilia Beyer, biólogas e investigadoras de la Dirección General de Divulgación de la Ciencia de la UNAM.

 

Al respecto, las especialistas explican que estas sensaciones pueden durar desde unos cuantos minutos hasta varias horas después de haber realizado actividades físicas pesadas.

 

Durante el ejercicio se liberan endorfinas, que son sustancias naturales sintetizadas por el cerebro que, entre otras cosas, alivian el dolor como sólo pueden hacerlo los opiáceos que incluyen a la morfina, la heroína y la codeína. Sin embargo, no tienen los efectos secundarios que acarrean las drogas al sistema nervioso.

 

Las zonas del cerebro implicadas en la liberación de endorfinas para producir analgesia se encuentran en el encéfalo y el mesencéfalo; sin embargo, el consumo de las drogas puede inhibir su producción natural.

 

Además de la intoxicación y los efectos secundarios que las drogas producen, evitan que una persona tenga una respuesta natural contra el dolor y el estrés, lo cual conduce a un mayor consumo y a la adicción.

 

Las drogas actúan y generan, cuando menos al principio, una sensación de bienestar, por eso el cerebro no acepta fácilmente que la droga se le retire. Se ha creado una dependencia en la que el organismo necesita las sensaciones de analgesia y euforia, pero ya no puede producirlas en el propio cerebro; al menos, no en las cantidades en las que se le administraban los opiáceos u otras drogas como el alcohol y el tabaco.

 

En este sentido, como parte de su rehabilitación, los grupos de ejercicio podrán ayudar a llenar ese vacío, explica Richard Brown, profesor de psiquiatría y comportamiento humano en la Universidad de Brown y director de la investigación sobre las adicciones en el Hospital Butler en Providencia.

 

Asimismo, hacer ejercicio ayuda a mejorar la calidad del sueño, un problema común para los adictos en las primeras etapas de recuperación, así como también la función cognitiva, algo que muchas veces se deteriora la adicción a las drogas.

 

El ejercicio también regula la ansiedad, relaja los músculos tensos y la respiración y altera la bioquímica del cuerpo, de manera que en general se modifica la salud mental.

 

Para tener acceso a todos los beneficios que promueve el ejercicio, se recomiendan rutinas de aeróbico como caminar, correr, nadar y el ciclismo, deportes que elevan sustancialmente la frecuencia cardíaca. Sin embargo, es importante detectar que nuestra necesidad de ejercitarnos no rebase ciertos límites, de lo contrario, también podría generarse una adicción al mismo.

Compartir en Instagram se abrirá una nueva ventana
Guardar en Favoritos
Guardar en Favoritos
Lo que pasa en la red