Mujeres, claves contra la obesidad

La obesidad constituye un problema de salud pública en México y es uno de los padecimientos epidémicos de los países desarrollados, en los últimos años por imitación y consumo de alimentos con alto valor energético se han incrementado su frecuencia, lo cual ha detonado muchas más enfermedades, según el doctor Armando Ahued, titular de la Secretaría de Salud del Distrito Federal.

Debido a que actualmente nuestro país ocupa el primer lugar en obesidad infantil a nivel mundial, y el segundo en lo que respecta a los adultos, el secretario de salud manifestó que una de las claves para combatir el sobrepeso y la obesidad son las mujeres, debido a papel que desempeñan socialmente y a su influencia.

  Cambio de hábitos

La formación de buenos hábitos alimentarios es un excelente instrumento para prevenir enfermedades y promover la salud en la población. La mejor manera de alcanzar un estado nutricional adecuado es incorporar una amplia variedad de alimentos a nuestra dieta diaria y semanal, para lo cual, las mujeres, en su papel de madres, esposas y hasta proveedoras, con piedra angular, de acuerdo con investigadores de la Universidad Autónoma de Nuevo León.

La adopción de correctos hábitos alimentarios es crucial para la promoción de la salud individual y colectiva así como para prevenir un gran número de enfermedades que en mayor o menor medida están relacionadas con la alimentación.

Por ello, adquirir conocimientos sobre los alimentos y los nutrientes, la frecuencia de consumo y las cantidades que son adecuadas en función de las circunstancias de cada persona, conforman la base fundamental para crear una actitud responsable hacia la forma de alimentarse.

Una instrucción eficaz en nutrición puede motivar a las personas y permitirles adoptar pautas saludables de alimentación y de vida, para lo cual, las mujeres pueden orientar respecto a:

1. Dar un buen ejemplo en casa ofreciendo con regularidad una variedad de alimentos nutritivos.
2. Conversar sobre la alimentación saludable y fomentar la actividad física.
3. Motivar a los niños para que participen en actividades relacionadas con alimentos, tales como planear comidas, comprar alimentos y cocinar.
4. Conversar con los hijos sobre la promoción y publicidad de los alimentos.
5. Interesarse en los alimentos que se comen o venden en las escuelas y fomentar que se escojan los saludables.
6. Comer juntos en casa, lo cual ayuda a desarrollar hábitos de alimentación más saludables.

Por lo anterior, el cambio de estilo de vida se fundamenta principalmente en las mujeres, socialmente hablando, no obstante, explica el secretario de salud, corresponde a todos llevarlos a cabo, reconociendo en primera instancia que en nuestro país existe un problema de salud pública.