Vaginosis bacteriana es la infección más frecuente

Hoy en día, las infecciones vaginales constituyen una de las principales causas de consulta entre la población femenina, debido a que afectan a mujeres de cualquier edad, sin importar si tienen vida sexual activa o no. Por ello, es considerada el problema de salud más común del sexo femenino.

Al respecto la médica Angélica Illescas, experta ginecóloga, explica que la vaginosis bacteriana es la infección vulvovaginal más frecuente en el mundo, entre las mujeres en edad reproductiva.

¿Qué es?

En la flora bacteriana del aparato reproductor habitan grupos pequeños de bacterias que se encargan de mantener, en condiciones adecuadas, la zona vaginal (un ejemplo es la Gardnerella vaginalis), las cuales al crecer sin control provocan un desequilibrio bacterial que da como resultado una vaginosis bacteriana. El ginecoobstetra Alejandro Vázquez te explica las características:

Este desequilibrio puede deberse a diferentes factores como, utilizar duchas vaginales, desodorantes, esponjas y zacates para asear el área vulvar, pero sobre todo, por  no tener una rutina de higiene íntima adecuada: “Cuando la limpieza de los genitales externos es exagerada, se destruye la capa protectora de la vagina (flora) y cuando la higiene es escasa, provoca que las bacterias proliferen”, aseguró Illescas.

Conoce la sintomatología

La vaginosis bacteriana es una infección recurrente y en la mayoría de los casos puede llegar a ser asintomática, no obstante las mujeres que la padecen refieren las siguientes molestias:

1. Flujo vaginal anormal con olor desagradable
2. Fuerte olor a pescado después de una relación sexual
3. Ardor al orinar
4. Picazón en la parte externa de la vagina

Por lo regular, la vaginosis bacteriana no genera complicaciones graves. Empero,  ciertos  casos,  dependiendo del  tipo  de  bacteria,  de las defensas de la paciente y la evolución del padecimiento, puede  ocasionar una infección pélvica inflamatoria o dificultad para embarazarse.

Además, durante el embarazo puede ser causa de partos prematuros. Por ello, la Dra. Illescas explicó que el control ginecológico periódico es de suma importancia para la detección y el tratamiento de esta enfermedad:

“Es también aconsejable que eviten las duchas vaginales y jabones perfumados; utilizar ropa interior de algodón y echar mano de un  gel como GYN-PHY de Uriage, un producto para el cuidado íntimo de la mujer que ayuda a preservar el  pH y corregir  pequeñas  erosiones por  el  contacto con la ropa o las relaciones  sexuales ya que está elaborado a base de agua termal”.