Vacuna de la polio: la mejor protección

¿Quién le iba a decir al hijo de unos humildes migrantes rusos, Jonas Salk, que su investigación cambiaría la vida de millones de personas en el mundo?; el 12 de abril de 1955, en lo que entonces fue calificado de “milagro de la medicina”, el doctor Salk creó la primera vacuna contra la poliomilitis.

Tras ocho años de investigaciones, Jonas Salk logró demostrar que su vacuna contra la polio, creada a partir de un virus sin vida, era eficaz y protegía a las personas contra la terrible enfermedad que ya había matado y paralizado a miles durante la primera década del siglo XX.

Para mucha gente, la vacuna del doctor Salk revolucionó el campo de las inmunizaciones y cambió la percepción que la sociedad tenía de la ciencia, ya que logró terminar con el miedo y la impotencia que muchas madres y padres de la época sentían al no poder hacer nada para evitar que su progenie se infectara.

Dos clases de vacunas

De acuerdo con información del Centro Médico de la Universidad de Maryland, la vacunación es la mejor manera de protegerse contra la poliomilitis. En casi todas las personas, los beneficios de la vacunación superan con creces los posibles riesgos.

Hay dos clases de vacunas de polio: la antipoliomelítica oral (VOP), es la que con mayor frecuencia se da a menores y viene envasada en forma de gotas que se aplican fácilmente por vía oral, y la antipoliomilítica inactivada (VPI), que es administrada en forma inyectable en una pierna o en un brazo, generalmente a personas adultas.

La mayoría de los infantes debe recibir un total de cuatro vacunaciones con VOP, en las siguientes etapas de la niñez: a los 2 meses, a los 4 meses, entre los 6 a 18 meses y entre los 4 a 6 años.

De acuerdo con el instituto médico, las primera y segunda dosis de esta vacuna son necesarias para ayudar a que el sistema inmunitario proteja contra la polio, mientras que la tercera y cuarta dosis brindan protección adicional.

A las personas adultas no se les aplica una inyección de refuerzo, a menos que exista la posibilidad de viajar o vivir en lugares en donde se haya presentado esta enfermedad.

La VPI puede causar dolores leves y enrojecimiento en el área de la inyección, generalmente ésto no es grave y dura sólo unos pocos días. En condiciones normales, no hay otros síntomas ni se requieren más cuidados después de la vacunación.

Quiénes no deben recibir la vacuna
 

Los especialistas señalan qué personas no deben recibir la vacuna:

- Aquellas que hayan tenido reacciones alérgicas graves después de recibir esta vacuna.
- Aquellas que hayan tenido reacciones alérgicas graves a los antibióticos estreptomicina, la polimixina B o la neomicina
- Aunque no se ha informado de efectos secundarios en mujeres embarazadas que hayan recibido esta vacuna, se debe evitar, en la medida de lo posible. Las mujeres embarazadas que estén en mayor riesgo de infección o que necesiten protección inmediata deben recibir una vacuna antipoliomilítica inactivada de acuerdo con el calendario recomendado para personas adultas.