Trastorno del sueño es común en infantes

Uno de cada 10 niños en edad escolar camia dormido por lo menos una vez. El sonambulismo puede ser ocasionado, en muchos casos, por alguna interrupción de los patrones regulares del sueño o por algún estado febril.

Haro Valencia, director de la Clínica de Trastornos del Sueño de la UNAM, menciona que en México se estima que 15% de los niños ha presentado algún episodio de sonambulismo y 0.5 % de la población de entre 4 y 8 años de edad los padecen en forma reiterada, mientras que 0.2% de los adultos tiene alguna parasomnia.

El sonambulismo es un trastorno en el cual un niño, parcialmente, pero no completamente, se despierta durante la noche. El pequeño puede caminar o hacer otras cosas sin tener ninguna memoria de lo que hizo. Puede que se siente en la cama, que se levante y camine, o salga. Otros pacientes incluso corren o ejecutan acciones más complejas. Pueden hablar, pero sus frases son confusas.

La edad de aparición se encuentra entre los 3 y 8 años, aunque se han visto niños más pequeños que cursaron alguna noche algún episodio. En la infancia, el sonambulismo no está relacionado con problemas psicológicos ni emocionales.

En los casos donde este trastorno del sueño se prolonga más allá de la adolescencia, es aconsejable realizar una consulta con un especialista en salud mental, siendo ésta una situación poco frecuente pero de la que hay que estar atento.

¿Qué es el sonambulismo?

Al dormir, el ser humano pasa por cuatro etapas: la primera y la segunda, se conocen como “sueño ligero”, porque aún se puede percibir lo que sucede en los alrededores. En la fase tres, se experimenta descanso físico; además, se producen hormonas como la de crecimiento y saciedad. En la cuarta, se perciben imágenes oníricas y se produce movimiento ocular rápido (REM).

El sonambulismo, de manera similar a los terrores nocturnos se presenta durante el primer tercio de la noche, esta situación comparte las características de posible herencia familiar y amnesia posterior de lo sucedido.

 

Este trastorno es común en los infantes porque hay una inmadurez en los centros cerebrales que disocian un estado de otro. Con el paso de los años, se observa una disminución en la frecuencia de estos actos, al llegar a la adolescencia la mente y el cuerpo maduran completamente y el noctambulismo desaparece.

 

Qué se puede hacer

Por lo general, no se requiere un tratamiento específico; la mayoría de los niños lo superan. Si su niño es sonámbulo durante mucho tiempo, hable con su médico.

Es conveniente que los padres tomen ciertas medidas para evitar accidentes durante la noche como despejar el dormitorio del niño de muebles u otros objetos con los que se puede tropezar y mantener bien cerradas ventanas y puertas para que no salga al exterior. También es deseable que los sonámbulos pernocten o duerman en un colchón a ras de suelo por lo que se debe evitar que sus camas sean altas; cuando el durmiente comience a realizar actividades se debe conservar la calma y regresarlo al lecho.

Algunas recomendaciones para evitar el sonambulismo en niños

1. Dormir en horarios adecuados
2. Reducir la ingesta de sustancias estimulantes (refresco de cola o café), en especial en las horas próximas al descanso
3. No exponerse al humo de fumadores
4. No observar programas o películas de terror, ni jugar videojuegos violentos
5. Cenar ligero
6. Excluir de la habitación aparatos como televisión, computadora, para alcanzar un sueño reparador de por lo menos ocho horas

Hay que tener claro que el sonambulismo infantil es benigno y remite en general a los 12 años- Además, en caso de que esté asociado a terrores del sueño, hay más riesgo de accidentes, por lo que tomar las medidas necesarias es indispensable para la seguridad de tu hijo.