Tranquilidad en el postparto

Después de tener a tu bebé, al salir del hospital y llegar a tu casa, comenzará una nueva etapa en tu vida. Y aunque la alegría de tenerlo contigo es indescriptible e increíble, la sensación de cansancio también puede ser muy grande.

He aquí algunos consejos que te pueden ayudar para afrontar mejor este momento y evitar depresiones.

Las primeras semanas con tu bebé serán momentos magníficos e inolvidables, en los que empezarán a conocerse tu y tu hijo. Es el momento de descubrir a tu pequeño. Aquí encontrarás algunos tips para que disfrutes de este momento lo más tranquila posible:



Ponte a tu bebé al pecho inmediatamente después del nacimiento, aún en la sala de parto o quirófano. El primer encuentro con tu bebé es fundamental para iniciar con el pié derecho. No hay porque retrazar este momento, ya que lo único que tu bebé y tú necesitan es estar juntos. La naturaleza da dos horas de "alerta" a mamá y bebé para conocerse, explorarse y establecer esa primera comunicación, el contacto piel a piel mantiene la temperatura del bebé perfectamente estable, evitando que se pueda enfriar. Es muy importante hacer contacto visual con el bebé, hablarle y hacerlo sentir seguro. Ponerte al bebé al pecho desde la sala de partos te ayudará a estimularte para que tengas suficiente calostro y posteriormente la leche que tu bebé necesitará.



Pide alojamiento conjunto (estar todo el tiempo con tu bebé) en la clínica u hospital. El bebé y tú se tienen que empezar a conocer, a tenerse confianza y qué mejor si iniciamos desde el momento en que estamos en el hospital. Muchas veces creemos que el bebé estará mejor cuidado en el cunero que con su mamá, esas creencias son totalmente falsas, nos han hecho creer que debemos de descansar mientras algun “experto” cuida de nuestro bebé en el cunero, la realidad es que la mamá no va a estar tranquila si no tiene cerca a su bebé. Descansarás mejor si está a tu lado. Además al llegar a casa vas a estar menos ansiosa, ya habrás pasado unas noches con el bebé y eso te dará la seguridad de que en casa lo podrás hacer muy bien.



Confía en tu instinto. Las dudas sobre el cuidado de tu pequeño, aumentarán tu ansiedad e inseguridad. Para evitar estos sentimientos, confía en tus capacidades y déjate guiar por tu instinto. El instinto materno es más poderoso de lo que te puedes imaginar. No escuches a quiénes te hagan dudar de tu capacidad de madre.

Duerme al bebé en tu habitación. Los primeros meses tu pequeño necesitará que lo alimentes constantemente, aún durante la noche y la madrugada. Es mucho más fácil si lo tienes cerca y no tendrás que ir de una habitación a la otra. La lactancia se te hará más sencilla de esta manera.

La leche materna es el alimento ideal para tu bebé. Al alimentar a tu bebé reforzarás tu autoestima y vivirás una experiencia gratificante.



Descansa y duerme cuando el bebé duerma. Aprovecha los momentos en que tu bebé esté dormido para descansar y dormir siestas aún si es de día. No te preocupes si la casa no está en perfectas condiciones, si la ropa no está perfectamente doblada y guardada en su lugar. Pide ayuda de alguien que te pueda arreglar la casa, con la comida, etc.



Aliméntate bien y toma 2 litros de agua al día. Es muy importante que aumentes tu ingesta 300 calorías más que cuando estabas embarazada, pues el gasto energético que implica la lactancia es mayor. Esto significa aumentar la ingesta de productos saludables que te mantengan con energía. No comas irritantes ni alimentos chatarra.



Consentirte y darte un espacio para ti. Te ayudarán a enfrentar mejor este proceso. En la medida de lo posible, escucha música relajante, medita y pon en práctica las relajaciones que aprendiste en el curso de psicoprofiláxis; date tiempo para bañarte con clama mientras alguien cuida de tu bebé. Prueba con un baño caliente para relajarte, date masajes de relajación, contacta a alguna masajista que pueda ir a tu casa o ve a los lugares especializados en masajes postparto a donde podrás llevar a tu bebé.



Acude a los ejercicios postparto que se ofrecen en los cursos de psicoprofiláxis. Es indispensable que te des tiempo para salir de tu casa y tener contacto con mujeres que estén pasando por lo mismo que tú. Hacer el ejercicio postparto no sólo te ayudará a reiniciar tus actividades normales si no que volverás a estar en contacto con otras mamás. Las amistades que se hacen en el curso de preparación para el parto son un gran apoyo, ya que todas ellas están en tu misma situación, tienen tus mismos intereses y se apoyan las unas a las otras.



Artículo de LCCE. Evangelina Ojeda Ruiz.

Colaboración de Psicoprofiláxis Montaña y ANIPP

Consulta a estas instituciones en:

http://www.anipp.org.mx/

http://www.psicoprofilaxis.org/