Alerta Secretaría de Salud por brote de poliomelitis

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Alerta Secretaría de Salud por brote de poliomelitis. Cortesía: iStock
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POR: Salud180.com

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14-10-2019

La Secretaría de Salud, a través de Dirección General de Epidemiología, emitió un aviso preventivo de viaje para al menos 18 países por el riesgo moderado de contagio de poliomielitis, luego que recientemente Filipinas declaró un brote de con dos casos de personas infectadas.

 

La poliomelitis es una enfermedad altamente contagiosa producida por un virus que ataca la médula espinal, por lo que puede provocar desde una parálisis hasta la muerte. Actualmente no existe una cura para dicho padecimiento, pero se puede prevenir mediante la vacunación.

 

Los países con riesgo de propagación son Angola, Benín, Birmania, Camerún, República Centroafricana, República Democrática del Congo, Nueva Guinea, China, Ghana, Indonesia, Mozambique, Níger, Filipinas, Etiopía y Somalia.

 

En tanto que los países endémicos, lugares donde persiste el virus, son Afganistán, Pakistán y Nigeria.

 

En caso de que se tenga planeado acudir a dichos países, la Secretaría de Salud recomendó asegurarse de contar con las vacunas contra la poliomelitis según el esquema nacional de vacunación, que, en el caso de México es la vacuna Pentavalente acelular/Hexavalente, la cual es aplicada en cuatro dosis: a los dos, cuatro, seis y 18 meses de edad.

 

Debido a que el virus se propaga a través de las heces de una persona infectada y entra en el cuerpo a través de la boca, principalmente por alimentos o agua contaminada, la institución de salud recomendó lavarse las manos frecuentemente con jabón y agua durante al menos 20 segundos.

 

Así como comer solamente alimentos bien cocinados y servidos calientes, y beber únicamente agua que haya sido hervida, desinfectada o embotellada comercialmente.

 

¿A qué nos enfrentamos al hablar de poliomelitis?

 

Más conocida como polio o parálisis infantil, la poliomelitis es una enfermedad viral muy contagiosa que afecta todo el sistema nervioso central y puede llevar a la parálisis total o parcial. 

 

Síntomas

 

La enfermedad afecta al sistema nervioso central.  Sus síntomas principales son la atrofia y parálisis de los músculos correspondientes a las lesiones medulares.

 

En su forma aguda causa inflamación en las neuronas motoras de la médula espinal y del cerebro y lleva a la parálisis, atrofia muscular y muy a menudo deformidad.

 

Los niños con polio tienen fiebre alta, malestar general, vómito, dolor de cabeza, dolor de piernas, y finalmente aparece la parálisis, la cual es flácida, es decir no hay contractura ni rigidez de los músculos; hay dificultad para pararse y caminar.

 

La parálisis no es igual en ambas partes del cuerpo (asimétrica). La complicación más grave es la parálisis de los músculos respiratorios.

 

A pesar de recuperarse de la enfermedad aguda, existen complicaciones que se presentan hasta 15 o 30 años después que incluyen fatiga, debilidad y dolor muscular, incluso de los músculos que no fueron afectados por la enfermedad.

 

En el peor de los casos puede causar parálisis permanente o la muerte al paralizarse el diafragma.

 

 

El aislamiento e identificación del poliovirus en las heces es el mejor método para confirmar el diagnóstico de poliomielitis.

 

Las muestras de heces de casos sospechosos de poliomielitis deben obtenerse tan pronto como sea posible, preferiblemente en los primeros 7 días, o al menos durante los primeros 14 días después de la aparición de la enfermedad.

 

Para poder diagnosticar el síndrome postpoliomielitis se debe realizar un examen neurológico, apoyado por otros estudios de laboratorio.

 

Los pacientes deben visitar al médico periódicamente para evaluar si su debilidad muscular es progresiva.

 

Se utilizan técnicas de resonancia magnética, neuroimágenes y estudios electrofisiológicos, biopsias musculares y análisis del líquido espinal como herramientas para investigar el curso del debilitamiento en la fuerza muscular.

 

 

No existe tratamiento específico para la poliomielitis. La única forma de prevenir la poliomielitis es la vacunación.

 

Actualmente en México el Esquema Nacional de Vacunación incluye la vacuna de la poliomielitis, la cual está dentro de la Cartilla de Vacunación y fue aplicada con éxito durante la Primer Semana Nacional de Salud 2019, en la que se aplicaron 11 millones de vacunas.

 

El Centro Nacional para la Salud de la Infancia y Adolescencia informa que este tipo de enfermadad y muchas otras pueden evitarse con el simple hecho de la vacunación. 

 

Por su parte,  la Secretaría de Salud federal,  recomienda  vacunar a los niños  y  no creer los mitos en cuanto a que las vacunas pueden causar un daño, sino todo lo contrario.

 

Desde la llegada de la vacuna contra la poliomielitis, las infecciones por el poliovirus han sido casi eliminadas.

 

Desde 1990 no se han presentado en México casos de poliomielitis. En países pobres, subdesarrollados y que no tienen acceso a la vacuna, la poliomielitis todavía es una preocupación, principalmente para bebés y niños pequeños.

 

Los países del mundo continúan esforzándose por eliminar el virus a nivel mundial.

 

La vacuna es trivalente, esto quiere decir que contiene sustancias de los tres virus de la poliomielitis, atenuados o inactivados.

 

Hay dos tipos de vacuna:

  • La vacuna inyectada (parenteral) llamada Salk, que contiene virus inactivados.
  • La vacuna oral de poliovirus llamada Sabin y que contiene virus atenuados.

La vacuna contra la polio viene incluida en la vacuna Pentavalente acelular, contiene la vacuna inyectada (Salk) y el esquema de vacunación es de cuatro dosis aplicadas a los 2, 4, 6 y 18 meses de edad.

 

Complicaciones

Luego de la etapa de recuperación, el paciente vive una etapa de estabilidad, que suele durar entre 25 y 40 años, hasta que comienza a presentar los efectos tardíos y, en particular, el Síndrome Postpolio, clasificado por la OMS bajo el código G14 de la CIE-10, y cuyo entendimiento implica comprender primero la enfermedad que le da origen.

 

Secuelas

En la etapa de recuperación que sigue a la enfermedad, las fibras musculares pueden:

  • Ser reinervadas por nuevos brotes axonales de las motoneuronas vecinas, devolviendo al músculo su funcionalidad, o
  • Permanecer denervadas, dando lugar a una atrofia muscular que, por ser asimétrica, provoca ciertas deformidades en el sistema músculo-esquelético, conocidas como secuelas de la polio, clasificadas por la OMS bajo el código B91 de la CIE-10.

 

Dichas secuelas provocan en el individuo una discpacidad motora, cuya severidad depende directamente la magnitud del daño causado por el poliovirus y de lo exitoso que llegue a ser su posterior proceso de recuperación.

 

Prevención al crecer y viajar

 

La vacuna de la poliomielitis está incluida en las inmunizaciones sistemáticas para menores. En los países industrializados no se recomienda vacunar, por primera vez a personas mayores de 18 años, ya que el riesgo de adquirir poliomielitis en esas circunstancias es sumamente bajo.

 

La gente adulta que nunca ha sido inmunizada y que debe viajar a una zona donde la poliomielitis representa todavía un problema sanitario debería vacunarse.

 

La poliomielitis no se cura y los medicamentos antivíricos no afectan al curso de la enfermedad.

 

La polio en cifras

 

De acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS)

 

  • Afecta sobre todo a los menores de 5 años.
  • Una de cada 200 infecciones produce una parálisis irreversible (generalmente de las piernas), y un 5% a 10% de estos casos fallecen por parálisis de los músculos respiratorios.
  • Los casos provocados por poliovirus salvaje han disminuido en más de un 99%, de los 350 000 estimados en 1988 a los 33 notificados en 2018. Se han evitado más de 16 millones de casos de parálisis como resultado de los esfuerzos mundiales por erradicar la enfermedad.
  • Mientras haya un solo niño infectado, los niños de todos los países corren el riesgo de contraer la poliomielitis. Si no se erradica la poliomielitis en estos últimos reductos restantes, se podrían producir hasta 200 000 nuevos casos anuales en diez años en todo el mundo.
  • En la mayoría de los países los esfuerzos mundiales han ampliado la capacidad para hacer frente a otras enfermedades infecciosas gracias a la creación de sistemas eficaces de vigilancia e inmunización.

 

 

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