Papel del deporte en el desarrollo de menores

Es más que hacer un mero ejercicio. La participación del niño o de la niña en actividades deportivas va más allá: fomenta su desarrollo físico, psicológico y social, aumenta su capacidad para tomar decisiones y favorece su autoestima.

El deporte, opinan los expertos de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPAP), proporciona a las y los menores no sólo una experiencia agradable, sino la posibilidad de adquirir destreza en algunas tareas.

Objetivos del deporte en la edad preescolar y escolar

De acuerdo con la AEPAP, el objetivo de la práctica deportiva en niños y niñas de 2 a 5 años es estimular su percepción sensorial, coordinación motriz y sentido del ritmo.

Se debe fomentar, sobre todo, la agilidad y flexibilidad del organismo y los ejercicios recomendados son marchar, saltar, trepar, jugar y danzar. Por su parte, la educación física en menores de 6 a 12 años tiene como propósito reafirmar el dominio y control del equilibrio así como la adquisición o perfeccionamiento de los movimientos automáticos.

Las prácticas deportivas adecuadas a estas edades son: natación, ejercicios gimnásticos, juegos con balón, patinaje y ciclismo. Deben excluirse los deportes que requieran un desarrollo excesivo de la fuerza física, señalan los especialistas.

¿Pueden hacer deporte las niñas?

Cada vez un mayor número de niñas participan en actividades deportivas. Sin embargo, deben tenerse en cuenta algunas peculiaridades:

• Las lesiones que pueden padecer son similares a las de los varones, aunque tienden a ser menos graves (por tener más elevada la proporción grasa/músculo).
• Las adolescentes tienen, en general, menos fuerza que los varones sometidos al mismo entrenamiento, pero más que los varones poco entrenados.
• El entrenamiento de alta competición desde edades tempranas retrasa la menarquia (es decir, la primera regla).
• Las atletas tienen con más frecuencia reglas escasas o ausentes, posiblemente debido a la disminución del porcentaje del tejido adiposo (necesario para el metabolismo de las hormonas femeninas).
• Las atletas con amenorrea tienen una densidad vertebral menor que las que presentan ciclos normales (relacionado con una deficiencia de estrógenos) y presentan mayor prevalencia de fracturas de estrés.
• Las atletas adolescentes presentan un mayor número de embarazos sin complicaciones y un parto mucho más sencillo que las adolescentes que no practican actividades deportivas.

¿Qué deportes se recomiendan para preadolescentes?

Dicen los especialistas de la AEPAP que hasta los 10-12 años no conviene insistir en el carácter competitivo del deporte. A partir de esta edad, esta característica puede utilizarse como estímulo. La pubertad se caracteriza por una importante vulnerabilidad, cansancio y desequilibrio psicofísico; por tanto, es aconsejable que no se practique un único deporte y que tampoco se realicen deportes de resistencia.