Papás activos fomentan el desarrollo de bebés sanos

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La comunicación papá e hijo comienza desde el vientre materno
La comunicación papá e hijo comienza desde el vientre materno
Pilar Maguey

POR: Pilar Maguey

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29-07-2010

Está demostrado que los padres que participan activamente en el embarazo de sus parejas y que dedican tiempo a hablar con el bebé a través de la panza de mamá logran, en el futuro, establecer un mayor vínculo afectivo.

 

De acuerdo con el psiquiatra estadounidense Thomas R. Verny, fundador de la Asociación Norteamericana de Psicología Prenatal y Perinatal, ya está lejos el antiguo concepto de que la figura paterna carece de un papel activo hasta el nacimiento.

 

Hoy en día, el próximo papá debe tener presente que su futura relación depende en gran medida "de lo mucho o poco que participe en el embarazo".

 

De esta manera, el padre debe involucrarse con la madre en la preparación del parto y, sobre todo, "debe hablar con el bebé cada día" porque así "establece un vínculo afectivo con su hijo, a pesar de que éste aún no ha nacido".

 

"La actitud debe ser la misma que con un niño de seis años porque el hijo reaccionará de distinta manera si es ignorado o no por su padre", opina Verny.

 

Los hombres tienen las oportunidad de participar activamente y acompañar a su pareja durante el embarazo.

 



Enviar mensajes positivos al bebé



Además de los sentimientos que tiene el bebé en el vientre materno hacia su padre, este experto sostiene que a partir del sexto mes de embarazo el neonato puede ver, oír, experimentar, degustar e, incluso, aprender de forma primitiva.

 

Por ello, indica que la madre debe huir del estrés durante el embarazo con la finalidad de evitar trasladar estas perturbaciones a los genes del bebé, ya que podría aumentar el riesgo de que el hijo sufra en un futuro determinadas complicaciones.

 



La ansiedad y el estrés pueden provocar un parto prematuro y un peso más bajo de lo normal, lo que a su vez puede derivar en trastornos de atención, depresiones, malos resultados académicos o episodios violentos con el paso de los años. También puede desembocar en una menor respuesta inmunológica lo que aumenta la probabilidad de infecciones o la posibilidad de sufrir diabetes, problemas cardíacos, labio paladar hendido o espina bífida.

 

Verny ha puesto como ejemplo lo que ocurrió en 1998 en una zona de Québec (Canadá): aprovechando que la región se había quedado sin suministro eléctrico a causa de una fuerte tormenta, se realizó una investigación científica entre mujeres embarazadas. Se formaron varios grupos y se estudió el impacto del nivel de estrés en los bebés. Años después, se comprobó que los hijos de las embarazadas que estuvieron sin luz más de dos semanas (y que sufrieron un mayor estrés) presentaban un coeficiente intelectual cinco puntos por debajo del resto y una menor capacidad de lenguaje.

 

Aclaracion:

El contenido mostrado es responsabilidad del autor y refleja su punto de vista, más no la ideología de Salud180.com

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