¿Operarte el busto antes o después de tener hijos?, te decimos la verdad para que valga la pena la cirugía (y el gasto)

Si llevas tiempo pensando en hacerte una cirugía para darle una “arregladita” a tus senos, seguro tienes fotos de cómo te gustaría lucir y quizá ya hasta concertaste una cita con un cirujano plástico, pero ¿cuándo es el mejor momento? Descubre si te conviene operarte el busto antes o después de tener hijos, te decimos la verdad para que valga la pena la cirugía (y el gasto).

Existen diferentes tipos de cirugías estéticas para los senos, según lo que deseas lograr con ella, ya sea que únicamente quieras levantarlos a través de una mastopexia o realizarte una mamoplastia para aumentar su tamaño… o ambas.

De igual modo, las razones son diversas: complemento de una reducción de peso, un deseo que has tenido toda la vida, ganas de lucir un mejor escote… cada una respetable y válida.

Sin embargo, antes de tomar una decisión hay puntos que debes de tomar en cuenta, desde que te encuentres mental y emocionalmente estable y no sea sólo una forma de intentar levantar tu autoestima, hasta qué cirujano la realizará, costos y riesgos. Y entre toda esta información, hay una duda que siempre sale a la luz: ¿debo esperar a tener hijos o de una vez me opero?

Los expertos recomiendan hacerlo después del embarazo, especialmente si ya estás pensando en tener un bebé o no crees que pase mucho tiempo antes de que esto suceda. ¿La razón?

- Cambios en tus senos durante esta etapa. No sólo durante los 9 meses de embarazo, sino en los posteriores correspondientes a la lactancia. Con la maternidad, tus senos sufren modificaciones, por lo cual podría ser necesario hacer una nueva cirugía.

- Complicaciones para amamantar. Según especialistas de Mayo Clinic, aunque algunas mujeres logran amamantar aun con implantes, para otras puede convertirse en un desafío; por otro lado, en el caso de un levantamiento de senos, es posible experimentar problemas para producir suficiente leche.

- El riesgo de los implantes. Expertos señalan que, aunque es pequeño (alrededor del 10% de las mujeres), durante la lactancia aumenta el riesgo de sufrir una contractura capsular. Es decir, una membrana fibrosa muy gruesa rodea el implante, provocando una fuerte presión, dolor y endurecimiento de la mama, que incluso puede llevar a una deformación.

Sin embargo, si bien es cierto que la recomendación es esperar a tener hijos, toda regla tiene su excepción. En este caso, eso significa que si eres joven y ves un embarazo como algo muy lejano o en lo que no piensas mucho y tienes el deseo de realizarte esta cirugía, estás en la libertad de realizarlo.

Únicamente deberás tomar en cuenta que al momento de embarazarte puede tener consecuencias, entre ellas la necesidad de otra cirugía. Sin embargo, lo más importante antes de entrar al quirófano es analizar bien tus opciones y decidir pensando en tus razones reales, recordando siempre que una cirugía estética no resuelve todos los problemas.