Juego del optimismo vs cáncer

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Psicología positiva
Psicología positiva
J. Manuel Reyes

POR: J. Manuel Reyes

Editor de Salud180.com Aficionado a las nuevas ideas. Una palabra lo cambia todo.

06-04-2012

Niños y niñas con alteraciones emocionales ocasionadas por enfermedades crónico-degenerativas, así como por estrés, depresión o ansiedad, pueden ser atendidos dentro del Programa de apoyo psicosocial para niños y sus familias “El juego del optimismo”, en el Centro de Servicios Psicológicos Dr. Guillermo Dávila, de la Facultad de Psicología de la UNAM.

 

Este programa de intervención se basa en un modelo de tratamiento cognitivo-conductual aplicado en el campo de la salud para atender problemas emocionales o de comportamiento en niños, de ambos géneros, que padecen problemas oncológicos, explicó la psicóloga Andrómeda Valencia, directora del mismo.

 

El programa recurre a técnicas para la modificación del comportamiento y se apoya en una corriente denominada psicología positiva, que es el estudio científico de las fortalezas de los seres humanos, utilizadas para el desarrollo de su bienestar, tanto físico como emocional, explica la creadora del programa.

 

Para que conozcas más acerca de esta rama de la psicología y cómo puede incidir en la calidad de vida, en Salud180 te presentamos un video de Diálogos en confianza, de canal 11, en el que se explica su papel:

 

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En este sentido, la psicóloga explica que desde el diagnóstico de la enfermedad, hasta la reinserción del paciente en la vida cotidiana, hay mucha tensión en paciente menor y en la pareja, lo que puede desembocar en la separación, el divorcio o el abandono de alguno de los progenitores.

 

Además de que puede presentarse la ruptura de la dinámica familiar con los hermanos y dificultades para que el niño o la niña se re incorpore a su escuela, después del tratamiento hospitalario. Por ello la importancia, dado que se les brindan herramientas para afrontar de manera más apta todo el proceso de la enfermedad.

 

Posteriormente, estas técnicas se emplearon en menores con alteraciones emocionales, como estrés, depresión y ansiedad (por miedo a la enfermedad o a los procedimientos médicos), con la finalidad de que pudieran adaptarse mejor a su vida cotidiana.

 

Se ha aplicado para tratar otras enfermedades crónico degenerativas, como dermatitis nerviosa, vitíligo, diabetes, algunos casos de epilepsia, trastornos de la alimentación, enuresis (micción involuntaria) y encopresis (defecación involuntaria).

 

Cabe destacar que en el programa se atiende también casos de niños que han sido testigos de la muerte de alguno de sus padres, de menores con depresión asociada a la separación de sus padres, y menores víctimas de bullying.

 

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