Diabetes gestacional obliga a más dosis de insulina

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Las mujeres con mayor riesgo de sufrir diabetes presentan sobrepeso antes o durante el embarazo
Salud180, El estilo de vida saludable
01-07-2010

La diabetes gestacional se presenta, sin causa conocida, en aquellas mujeres que están embarazadas y carecen de antecedentes diabéticos, pero que sus niveles de azúcar en sangre se elevan durante ese periodo.
Mientras las hormonas de la placenta ayudan al desarrollo del bebé, las mismas impiden la acción de la insulina en el cuerpo de la madre. Este problema se llama resistencia a la insulina y es muy probable que la futura madre necesite hasta tres veces más insulina.


Las mujeres con mayor riesgo de sufrir diabetes gestacional son las que presentan sobrepeso antes o durante el embarazo, son mayores de 35 años de edad, poseen antecedentes familiares de diabetes, han presentado la enfermedad durante el embarazo anterior, o parieron un bebé que pesó más de 3,8 kg o con alguna malformación.


De cada 100 mujeres embarazadas, aproximadamente 4 de ellas desarrolla diabetes gestacional


La diabetes gestacional comienza cuando el cuerpo no es capaz de producir y usar toda la insulina que necesita para el embarazo. Se manifiesta en la madre en los últimos meses del embarazo, después de que el cuerpo del bebé está completamente formado pero mientras el bebé esta creciendo. Debido a esto, la diabetes gestacional no causa defectos de nacimiento como los que se observan en las madres con diabetes antes del embarazo. Sin embargo, la falta de tratamiento o la falta de control de la diabetes gestacional puede afectar al bebé. 


La detección y diagnóstico de la diabetes gestacional incluyen la determinación de niveles de glucosa en sangre. Los valores superiores a 125 mg/dl, en dos determinaciones, en ayunas, establecen el diagnóstico de diabetes.
A toda mujer entre las semanas 24 y 28 del embarazo debería practicársele una determinación de azúcar en sangre, una hora después de haber ingerido 50 grs. de glucosa.


Cuando una mujer tiene diabetes gestacional su páncreas trabaja demasiado para producir insulina, pero la insulina no disminuye los niveles de glucosa en la sangre. Si bien la insulina no pasa por la placenta, la glucosa y otros nutrientes lo hacen. Por lo tanto, demasiada glucosa en la sangre pasa por la placenta dando al bebé niveles elevados de glucosa. Esto causa que el páncreas del bebé produzca más insulina para descartar la glucosa en la sangre. Como el bebé recibe más energía de la que necesita para el crecimiento, el exceso de energía se convierte en grasa.


El exceso de grasa puede llevar a la macrosomía, o sea un bebé “gordo”. Los bebés con macrosomía enfrentan problemas de salud, incluyendo lesión de los hombros al nacer. Debido al exceso de insulina producido por el páncreas del bebé, los recién nacidos pueden presentar niveles bajos de glucosa en la sangre y corren  un riesgo más alto de complicaciones con la respiración. Los bebés con exceso de insulina se convierten en niños con riesgo de obesidad y adultos con riesgo de desarrollar la diabetes tipo 2.


Complicaciones


Las mujeres con diabetes preexistente o gestacional pueden tener un embarazo sin complicaciones y un bebé sano, siempre y cuando controlen la concentración de azúcar en su sangre. Las mujeres que no controlan debidamente su condición, en cambio, tienen un riesgo mayor de sufrir ciertas complicaciones durante el embarazo, entre las que se encuentran:

  • Preeclampsia. Este trastorno se caracteriza por una alta presión arterial y la presencia de proteínas en la orina. En casos graves puede causar convulsiones y otros problemas en la madre, así como el desarrollo insuficiente y el nacimiento prematuro del bebé.
  • Polihidramnios. Esta enfermedad hace que la madre produzca una cantidad excesiva de líquido amniótico y puede aumentar el riesgo de parto prematuro.
  • Parto por cesárea. Cuando el bebé es demasiado grande, por lo general los médicos recomiendan un parto por cesárea.

Tratamiento para la diabetes gestacional

 

Como la diabetes gestacional puede afectar la salud de la madre y la del bebé, se debe empezar un tratamiento de inmediato. El tratamiento para la diabetes gestacional tiene como meta mantener los niveles de glucosa en la sangre igual al de las mujeres embarazadas que no tienen diabetes gestacional. El tratamiento siempre incluye un plan especial de alimentación y un programa de actividad física. También puede incluir pruebas diarias de la glucosa en la sangre e inyecciones de insulina.

 

Para la futura madre, el tratamiento ayuda a disminuir el riesgo de un nacimiento por cesárea que se requiere para los bebés muy grandes. Seguir el tratamiento para la diabetes gestacional le proporcionará un embarazo y parto más saludable y al bebé le puede ayudar a evitar problemas de salud en el futuro.

 

Por lo general la diabetes gestacional desaparece después del embarazo, pero una vez que se ha tenido diabetes gestacional hay la posibilidad de que 2 de cada 3 mujeres presenten nuevamente esta enfermedad en futuros embarazos. Sin embargo, en algunas mujeres el embarazo ayuda a descubrir la diabetes tipo 1 o tipo 2. 

 

Es muy difícil saber si las futuras madres tenían diabetes gestacional o empiezan a presentar los síntomas de la diabetes durante el embarazo. Estas mujeres deben continuar un tratamiento para la diabetes después del parto.

 

Muchas de las mujeres que han tenido diabetes gestacional desarrollan más tarde diabetes tipo 2. Parece que existe una conexión entre las tendencias de la diabetes gestacional y la diabetes tipo 2. La diabetes gestacional y la diabetes tipo 2 conllevan una resistencia a la insulina. Ciertos cambios básicos en el estilo de vida pueden ayudar a prevenir el desarrollo de la diabetes después de la diabetes gestacional.

 

La hiperglucemia (concentración de glucosa en sangre mayor a lo normal) y por tiempos prolongados está asociada interrupciones espontáneas del embarazo, malformaciones del bebé, exceso de peso del bebé y como consecuencia partos más difíciles.

 

El embarazo puede agravar complicaciones ya existentes de la diabetes, especialmente los problemas visuales como la retinopatía, que debe ser tratada antes del inicio del embarazo.

 

Factores de riesgo

  • Edad superior a 45 años
  • Diabetes durante un embarazo previo
  • Peso corporal excesivo (especialmente alrededor de la cintura)
  • Antecedentes familiares de diabetes
  • Dar a luz un bebé que pese más de 4 kg
  • Colesterol HDL de menos de 35
  • Niveles altos de triglicéridos, un tipo de molécula de grasa, en la sangre (250 mg/dl o más)
  • Hipertensión arterial (superior o igual a 140/90 mmHg)
  • Trastorno en la tolerancia a la glucosa
  • Bajo nivel de actividad
  • Dieta deficiente

Pruebas para detectar complicaciones durante el embarazo


El médico debe realizar un seguimiento estricto del tamaño y estado del feto, especialmente durante el tercer trimestre del embarazo.


En algunos casos, indicará a la mujer embarazada que se realice una o más de las siguientes pruebas:

  • Ultrasonido. Esta prueba puede realizarse más de una vez para comprobar que el feto esté creciendo normalmente. Si el bebé alcanza un peso de nueve libras con 14 onzas o más, es probable que el médico recomiende un parto por cesárea cuando llegue a término.
  • Monitoreo fetal sin estrés. Este procedimiento controla la frecuencia cardíaca del bebé. Puede repetirse semanalmente o con más frecuencia.
  • Perfil biofísico. Esta prueba combina el monitoreo fetal sin estrés con un ultrasonido. También puede repetirse semanalmente o con más frecuencia.
  • Recuento de movimiento fetal. Todos los días la mujer embarazada registra el número de patadas que siente durante una o dos horas.

Aclaracion:

El contenido mostrado es responsabilidad del autor y refleja su punto de vista, más no la ideología de Salud180.com

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