Di sí a la lactancia materna

La lactancia materna ha disminuido en México. Algunos factores que han contribuido a ello son: el incremento de las cesáreas, el pronto regreso de las mujeres a laborar, la falta de espacios en las empresas para poder amamantar al bebé, la desnutrición de las mamás o tener un pezón invertido o plano que impida realizar esta práctica correctamente.

La lactancia materna, además de nutrir al bebé, sirve para que éste tenga menos posibilidades de desarrollar enfermedades alérgicas y para que cuando reciba los primeros alimentos pueda tolerarlos más fácilmente. A pesar de estas ventajas, en la actualidad sólo 14% de las mujeres mexicanas amamanta a sus bebés, según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2012.

  Parte de la experiencia materna

Maritza Guerra Hernández, enfermera egresada de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala, explicó que uno de los principales aspectos positivos de la lactancia materna es el apego madre-hijo, además de que ayuda a reducir las hemorragias (consideradas la primera causa de mortalidad materna); y en los primeros 30 minutos después del parto contribuye a que el útero involucione más rápido al reducir el sangrado.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la lactancia materna debe ser exclusiva durante los primeros seis meses de vida; la leche materna contiene anticuerpos que detienen y eliminan las bacterias y virus que pueden causar infecciones al bebé, y que lo ayudan a protegerse de enfermedades frecuentes en la infancia, como la diarrea y la neumonía, dos de las principales causas de mortalidad infantil en el mundo.

Asimismo, con la lactancia materna la mamá también puede verse beneficiada, ya que esta práctica previene el cáncer de mama y el cérvico uterino, ayuda a que las mujeres recuperen de forma más rápida el peso que tenían antes del embarazo y disminuye las tasas de obesidad.

Guerra Hernández explicó que se recomienda no dar leche de fórmula u otro tipo de alimentos durante los primeros seis meses de vida, lo cual puede perjudicar al bebé, ya que su organismo no está adaptado para digerirlos. Además de que su alto costo, la fórmula es rica en ácidos grasos y caseína, que puede provocar cólicos y estreñimiento en el recién nacido.

De esta manera, debe promoverse la lactancia materna entre las mujeres mexicanas y enseñarles algunas técnicas para llevarla a cabo: colocar adecuadamente la boca del bebé; poner su cara y cuerpo frente a la mamá y con la cabeza a la altura del seno materno; auxiliarse de artículos como una cobija o almohada sobre las piernas para acostar al recién nacido y evitar el cansancio; así como darle de comer de ambos pechos.