Bancos de leche materna son una realidad en México

El proyecto de creación de dos bancos de leche humana en México, que se trabaja desde hace dos años, será una realidad en 2012.

De acuerdo con el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, de la Secretaría de Salud (Ssa), Mauricio Hernández Ávila, el próximo año se dará la apertura de los bancos.

El objetivo de estos lugares es brindar los beneficios de la leche materna a los recién nacidos, que por alguna causa no pueden ser amamantados; es decir, aquellos que tengan muy bajo peso al nacer, los operados por malformaciones gastrointestinales o a quienes sus mamás, por enfermedad o por algún otro motivo, no están en capacidad de darles pecho.

De acuerdo con información publicada por excelsior.com.mx, Hernández Ávila detalló que actualmente el proceso se encuentra en la fase de mexicanización del modelo brasileño, que ha sido replicado en países como Uruguay, Argentina, Venezuela y Chile.

En esos centros la leche es sometida a un proceso de pasteurización que elimina todos los gérmenes, incluido el del Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH), pero que permite conservar todos los nutrientes y factores inmunológicos, que han probado disminuir la mortalidad infantil y tener un impacto benéfico hasta la edad adulta.

Para ser donante se requiere ser una mujer saludable, que al momento de amamantar tenga un exceso de leche, es decir, superior a las exigencias de su hijo.

 

Además, no debe tomar medicamentos contraindicados para la lactancia y cuente con los exámenes negativos a hepatitis, VIH y sífilis.

La promoción de la donación de leche se realiza con campañas similares a las que se hacen con la donación de sangre.

De esa manera, México se sumará a los países que ya han adoptado la estrategia acreditada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como una de las más eficaces para disminuir la mortalidad infantil.

De acuerdo con datos de la Ssa, la introducción de líquidos y alimentos diferentes a la leche materna durante los primeros seis meses de vida es responsable de, al menos, 10% de la carga de enfermedad en los niños menores de seis años.

De hecho, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) estima que el riesgo de morir en niños menores de un año, alimentados artificialmente, es de tres a cinco veces mayor que para los bebés alimentados al seno materno.

 

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