10 tics más frecuentes

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10 tics en la infancia
10 tics en la infancia
Salud180, El estilo de vida saludable

POR: J. Manuel Reyes

Editor de Salud180.com Aficionado a las nuevas ideas. Una palabra lo cambia todo.

26-03-2012

Se estima que 10% de los niños presentan en algún momento tics (lo que se conoce como tics transitorios de la infancia), y entre 2 y 5% los mantienen en forma crónica.

 

Suelen aparecer como consecuencia de alguna causa externa y su repetición los convierte en hábito, que una vez instaurado hará que el tic surja de manera involuntaria, repetida, sin ninguna causa ni finalidad. Desaparecen durante el sueño y pueden llegar a anularse durante un corto espacio de tiempo, gracias a la voluntad del sujeto, la relajación o al concentrarse mucho en alguna actividad.

 

Por el contrario, cuando la persona se siente nerviosa, enfadada o cansada, aumentan su intensidad. Cuando estos tics motores se prolongan por más de un año, y se asocian con tics vocales, el cuadro recibe el nombre de Síndrome de Gilles de la Tourette.

 

En 1885, el neurólogo francés George Gilles de la Tourette describió a un grupo de pacientes que presentaban movimientos involuntarios (tics motores) y emitían espontáneamente gritos y otras vocalizaciones (tics vocales).

 

Por ello, en Salud180 te presentamos los 10 tics más comunes:

 

1. Pestañeos

2. Muecas

3. Encogimiento de hombros

4. Sacudidas de cabeza

5. Movimientos de los ojos conocidos como oculogiros

6. Flexión del tronco

7. Saltos

8. Contorsiones cabeza

9. Ruidos nasales y carraspeos

10. Soplidos y silbidos.

 

 

Para el tratamiento de esta enfermedad resulta muy recomendable hacer ejercicio, así como masajes y una gimnasia especial para los músculos que intervienen en el tic.

 

Muchas veces también será necesario acudir a un psicólogo. En el caso de los niños resulta muy importante que los padres no muestren ansiedad ante el problema de su hijo, y mucho menos que lo reprendan.

 

Si el niño está sometido a algún tipo de tensión, se acentúa más su problema, por lo que se debe propiciar siempre un ambiente relajado y tranquilo para él, en el que pueda hablarnos de sus temores.

 

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