Miedo a la burla en público

Se sabe poco de esta nueva fobia que se refiere al miedo a la burla. Se le considera una aversión extraña y es difícil encontrar literatura acerca del tema porque los estudios apenas se iniciaron en 2008. Se llama gelotofobia y se desencadena cuando las personas afectadas oyen reír a alguien y asocian esta reacción con hacer el ridículo, considerándola un ataque.

Esta sensación afecta al 2% de la población, sobre todo, a los adolescentes. Los principales efectos emocionales son: miedo social, inseguridad, timidez, tristeza y vergüenza. Incluso, es posible que surjan síntomas psicosomáticos como rubor, mareo, temblores, problemas del habla o pérdida del conocimiento.

Complejo de inferioridad

La palabra proviene del griego gelos (risa) y fobos (miedo) y ha sido objeto de estudio por un grupo de científicos de la Universidad de Zurich (Suiza) y de la Universidad de Granada (España). Se considera un fenómeno específico de la vergüenza, que se experimenta en fases tempranas de la socialización, y una de las causas principales es haber sido ridiculizado de forma repetida y traumática durante la infancia o la adolescencia.

Dado que también afecta el proceso de la formación de identidad, es importante que los padres pongan atención en algunos comportamientos. Por ejemplo: nunca deben castigarse los errores infantiles mediante la humillación, la burla o el sarcasmo, ya que esto puede llevar a sentimientos de vergüenza e inferioridad.

Presión en la escuela

Algunos menores que son objeto de mofa o ridículo de forma constante desarrollan un comportamiento defensivo y tímido. Su integración a los grupos de amigos o compañeros de clase no se hace de forma natural y libre, por lo que se generan situaciones difíciles que tienen que ver con la torpeza, la tensión y el comportamiento ridículo.

Ser objeto de burla

Dicen los expertos que una de las principales formas de cohesión en grupos de jóvenes es la risa. En esta etapa de la vida, "lo diferente" da miedo, ya sea por ignorancia o por desconocimiento. El adolescente considerado "raro" es quien no sigue las normas del grupo. Estos contrastes provocan la impresión de ridiculez en los miembros de ese grupo que conocen y siguen estas normas.

En situaciones extremas, cuando estas actitudes tienden a ser agresivas, intencionadas y repetitivas, culminan en el acoso escolar (bullying). Ser objeto de burla puede hacer sentir a la víctima una serie de emociones negativas que van desde la angustia, el miedo o, peor aún, el intento de suicidio.