Cuidados de un piercing. Conoce qué hacer y qué evitar si es tu primera vez

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Cuidados de un piercing. Conoce qué hacer y qué evitar si es tu primera vez. Cortesía: iStock
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POR: Salud180.com

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03-05-2019

Aunque los tatuajes son cada vez más populares, los piercings siguen teniendo su lugar. La razón principal es que puedes quitártelos cuando quieras (aunque algunos dejan “huella”). Si estás decidida a perforarte, toma nota de los cuidados de un piercing. Conoce qué hacer y qué evitar durante la cicatrización de tu primera perforación.

 

Estrictamente, un piercing es una perforación en el cuerpo realizada con una aguja, por lo tanto, es muy común que, si eres mujer, la primera que te hicieron fue la de las orejas, pues en México casi una regla que se haga incluso antes de salir del hospital, aunque no necesariamente es una buena decisión, aquí por qué no deberías hacerlo.  

 

 

 

 

Pero la cosa cambia cuando decides perforarte otra parte del cuerpo, porque es muy importante tomar las medidas necesarias antes de realizarlo, aunque debes tener en cuenta que, si eres menor de edad, es muy probable que requieras la autorización de tus padres, así que platícalo con ellos.

 

Aquí te compartimos las reglas del piercing, pues recuerda que no se trata de ir a cualquier lugar o dejar que un amigo te clave un arete en donde quieres colocarlo. Es necesario seguir medidas de higiene específicas para evitar infecciones u otras enfermedades, que sólo te puede garantizar un establecimiento regulado.

 

 

 

 

Ya me lo hice y ¿ahora?

 

Es un error común creer que la parte más importante de una perforación es el antes y durante, sin embargo, el después también es clave. Sí, el dolor ya pasó, pero el riesgo de infecciones o reacciones, no.

 

Para reducir estas últimas, según el sitio TeensHealth, es importante saber si eres alérgica a un metal, aunque el riesgo es menor con el acero inoxidable quirúrgico, oro (no baño de oro) y titanio. Una vez que superaste el tema de la colocación, sigue estos cuidados básicos durante el proceso de curación, que puede durar de semanas a meses.

 

 

 

 

Lávate las manos antes de tocarlo

 

Tocarlo con las manos sucias hace que las bacterias lleguen a él. Por eso antes de limpiarlo, curarlo o tocarlo por cualquier razón, es importante lavarte las manos con agua y jabón.

 

 

 

 

Límpialo correctamente

 

Es muy importante mantener el área del piercing limpia. Para lograrlo, lávala con jabón neutro y enjuágala perfectamente para que no queden residuos, 2 veces al día. Algunos especialistas recomiendan usar suero fisiológico una vez terminada la limpieza, pues asegura la desinfección.

 

Aunque, en el caso de la boca, mejor usa un enjuague sin alcohol después de cada comida y antes de dormir, y mantén una adecuada higiene bucal, usando un cepillo nuevo, según recomienda Mayo Clinic.

 

 

 

 

Sécalo muy bien

 

La humedad en este tipo de heridas puede traer consigo una infección, para evitarlo, seca muy bien después de lavar con una gasa o un cotonete. Claro, a menos que sea una perforación oral, aunque algunos especialistas no recomiendan la de la lengua, aquí sus razones).

 

 

 

 

Visita al doctor

 

Es natural que después de la perforación tengas la zona hinchada, roja o sensible por un par de días, incluso hay riesgo de un leve sangrado; sin embargo, si esto dura más de unos días, el sangrado no para, o incluso hay mal olor, pus o presentas fiebre, ve con el médico de inmediato.

 

 

 

 

Lo que nunca debes hacer

 

Siguiendo estos cuidados básicos, lo más probable es que tu piercing sane y cicatrice correctamente. Pero para asegurarlo, lo mejor es evitar estas acciones:

 

1. No juegues con él. No se trata de un juguete nuevo, evita toquetearlo o moverlo, sólo lastimarás la zona y aumentarás el riesgo de infección si tus manos están sucias.

 

2. No uses alcohol. Aunque creas que así asegurarás que se desinfecta, lo único que provocarás es que se retrase la cicatrización. De hecho, ésa es la razón por la que no se debe usar alcohol ni agua oxigenada en una herida.

 

 

 

 

3. No te lo quites. Si lo retiras antes de que cicatrice, es muy probable que se cierre.

 

4. Evita el roce. Ya sea con la ropa u otras superficies. Por eso, si tu piercing está en el ombligo u otra zona que se cubra, usa ropa holgada.

 

5. Aléjate de las albercas. El cloro es un enemigo de tu perforación, por lo tanto, mejor evita realizarte una antes de las vacaciones.

 

 

 

 

¡Listo! Sigue estos consejos y estarás del otro lado. La primera perforación, al igual que el primer tatuaje, son una decisión importante, no sólo por la responsabilidad que conllevan, sino porque es algo con lo que vivirás un tiempo (o permanentemente), por eso antes de realizarlos debes estar segura y conocer todos los cuidados.  

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