Esta es la razón por la que somos “adictos” a las papas fritas

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Esta es la razón por la que somos “adictos” a las papas fritas Foto: iStock
Salud180, El estilo de vida saludable

POR: Salud180.com

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14-10-2020

Si más de una vez has agrandado las papas de tu hamburguesa porque crees que no son suficientes las regulares o te has terminado la bolsa de papas sin darte cuenta, no estás solo. Esta es la razón por la que somos “adictos” a las papas fritas.

 

Papas fritas. Ya sea a la francesa o esas obleas crujientes, de bolsa o de carrito, con una hamburguesa, hot dog, alitas, pollo rostizado... solas, son simplemente deliciosas. Sabemos que no son el alimento más saludable para nuestro cuerpo y que debemos comerlas en cantidades pequeñas, sin embargo, una vez que empiezas, ¡no puedes parar! ¿Te identificas?

 

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¿Por qué las papas fritas son tan adictivas?

La razón de nuestra incapacidad para “comer sólo una”, al parecer tiene que ver con que este snack activa las zonas cerebrales relacionadas con el placer y la adicción, provocando ese deseo imparable de seguir comiendo.

 

Así lo determinó una investigación de la Universidad de Erlangen-Nüremberg, Alemania, presentada años atrás en una Reunión y Exposición Nacional de la Sociedad Quimica Estadounidense.

 

El doctor Tobias Hoch, quien realizó el estudio, explicó que esto se llama hiperfagia hedónica o simplemente, comer en exceso por placer en lugar de hambre, algo que nos puede ocurrir a prácticamente todos en algún momento de la vida, pero de forma crónica puede ser responsable del sobrepeso y la obesidad.

 

Aunque generalmente se le atribuye a los carbohidratos y las grasas de las papas fritas la culpa de este exceso, la investigación determinó que sólo es una razón parcial, más no la principal. En ese sentido, el equipo de investigación encontró que tiene mucho que ver el hecho de que los centros de recompensa y adicción en el cerebro registran mayor actividad al comer papas fritas.

 

Claro, no son los únicos alimentos que estimulan estas áreas, pero sí de los más populares, aunque no se explicaron los desencadenantes moleculares específicos.

 

Por otro lado, un estudio de la Universidad de Leeds, en Inglaterra, encontró que gran parte de nuestra atracción inicial hacia las papas a la francesa, viene del olor que despiden al freirlas, pues encontraron que sus aromas y gases son más complejos que una simple fritura, pues se asemeja a una mezcla de caramelo, cacao, queso, cebolla y hasta flores.

 

Por último, un dato curioso de las que están en el top de papas fritas favoritas: las del tío Ronald. Diferentes medios han revelado el secreto de esta cadena de restaurantes: antes de freír las papas se le agrega al aceite saborizante de carne, el cual no contiene carne, para tranquilidad de los vegetarianos, aunque no veganos, pues al parecer incluge leche hidrolizada entre sus ingredientes.

 

La razón es que en los años 50, se freían en una mezcla de aceite y grasa de res, práctica que quedó de lado 3 décadas después cuando las autoridades de salud los señalaron por un exceso de grasas “malas”, por lo que recurrieron a esta opción.

Papas fritas servidas en un plato con aderezos

Foto: Pixabay

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¿Por qué los alimentos fritos dañan nuestra salud?

Además del aumento de peso que puede suponer el consumir alimentos fritos, también puede aumentar tu riesgo de muerte por problemas cardiacos, además de ser un factor determinante para desarrollar diabetes tipo 2 y otras enfermedades.

 

Amamos las papas fritas, sí, al igual que muchos otros alimentos fritos; ¿es imposible comer solo una?, quizá, pero debemos esforzarnos por reducir nuestra ingesta, pues si bien todos los alimentos están permitidos en un equilibrio, excedernos puede traer consecuencias a nuestra salud.

 

La Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, explica que las grasas son una fuente de energía y un aliado de nuestro cuerpo para absorber las vitaminas, por lo que necesitamos incluirlas en nuestra dieta, mas no en exceso y siempre cuidando su calidad, pues también tienen un rol en los niveles de colesterol.

 

En ese sentido, las grasas que debemos evitar son las saturadas y las trans, presentes en muchas de las comidas fritas en aceite hidrogenado. El problema de estas grasas, es que, las primeras, elevan los niveles de colestarol, tanto “bueno”, como “malo”, lo que puede aumentar el riesgo de enfermeddad cardiovascular.

 

En el caso de las grasas trans, estas pueden aumentar los niveles de colesterol total en la sangre, colesterol “malo” y triglicéridos, pero disminuir los del “bueno”, loq ue tamibén te pone en mayor riesgo de enfermedad cardiovascular.

 

Es claro que las papas fritas no están en el grupo de las grasas buenas, por lo tanto, es mejor dejarlas para ocasiones especiales, pues estudios también han relacionado los alimentos fritos con un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 y cardiopatía.

 

Ahora ya lo sabes, no es sólo un slogan eso de no poder comer sólo una papa, en realidad, las papas fritas provocan una adicción en la mayoría de nosotros gracias a su efecto en nuestros cerebros, ¿te lo habías imaginado?

 

 

 

 

 

 

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