Prozac: ¿Para qué se receta este medicamento, es apto para todos?

El Prozac o fluoxetina, pertenece a los medicamentos conocidos como inhibidores selectivos de recaptación de serotonina. Aumenta la cantidad de serotonina (sustancia natural del cerebro que ayuda a mantener el equilibrio mental) por lo que sirve para tratar la depresión, algunos trastornos alimenticios, ataques de pánico y el trastorno obsesivo-compulsivo. 

Este medicamento, ¿tiene otro uso?

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En ocasiones también sirve para tratar el alcoholismo, trastorno límite de la personalidad, trastorno del sueño, trastorno de déficit de atención, enfermedades mentales, trastorno de estrés postraumático, síndrome de Tourette, problemas sexuales y fobias. 

Lo importante es que sin importar para qué sea recetado, debe seguirse al pie de la letra las indicaciones del médico, tal como lo señala Medline Plus. No debe consumirse más o menos de la dosis señalada y tampoco se debe cortar de tajo su uso.

Antes de tomar Prozac

* Debes asegurarte de no ser alérgico a alguno de los componentes de la fluoxetina.

* No tomar cuando se está tomando pimozida, tioridazina o algún inhibidor de monoaminooxidasa.

* Comentar al médico qué vitaminas o suplementos está consumiendo para saber si no hay riesgo al juntarlos. 

* Informar al médico si usted o algún familiar han sufrido síndrome de QT (problema cardíaco que ocasiona ritmo cardíaco irregular, desmayos o muerte repentina).

* Asegúrese de no operar maquinaria o conducir un vehículo, pues ocasiona somnolencia. 

Una vez que lo tomas…

Los efectos comenzarán a notarse a partir de 3 semanas, aunque en algunos casos puede variar. La efectividad máxima podría notarse de las 4 a las 8 semanas. La fluoxetina puede disminuir o desaparecer la depresión.

Aunque también hay que considerar los efectos secundarios que pueden presentarse. Por ejemplo:

- Ansiedad y nerviosismo.

- Dificultad para conciliar el sueño.

- Náuseas, diarrea, acidez, pérdida de apetito y de peso.

- Boca seca.

- Bostezos, debilidad, dolor de cabeza.

- Confusión, debilidad, dificultad para concentrarse, problemas de memoria.

- Sudoración excesiva y temblor incontrolable en el cuerpo.

- Cambio en el deseo sexual.

- Urticaria, ampollas, sarpullido y picazón.

- Dolor de articulaciones y fiebre.

- Dificultad para respirar o tragar, mareos, desmayos y convulsiones.

- Ritmo cardíaco irregular.

- Inflamación en el rostro, garganta, lengua, labios, ojos, manos, pies, tobillos o piernas.

- Fiebre, sudoración, confusión, espasmos, alucinaciones, pérdida de coordinación.

- Sangrado o moretones inusuales.

¿Debe tomarse alguna precaución para dejar de tomarlo?

No puede dejarse de consumir de golpe, debe ser gradual para evitar el efecto rebote de los síntomas. La dosis deberá reducirse gradualmente durante una o dos semanas para reducir los mareos, dolor de cabeza, ansiedad, trastorno de sueño y otros. Al igual que otros medicamentos, no consumas Prozac sin la prescripción médica.