¿Las nuevas generaciones nacen sin muelas del juicio? Razones por las que no salen

Las muelas del juicio pueden convertirse en una verdadera pesadilla, en especial al momento de su extracción. Pero al parecer, los más jóvenes se están salvando de ello… ¿será cierto que las nuevas generaciones nacen sin muelas del juicio? Conoce las razones por las que no salen.

Sin duda, una de las mayores bienvenidas a la edad adulta, son las muelas del juicio o terceros molares. Estos aparecen como una molestia insoportable, que nos recuerda que ya no somos adolescentes, y suele terminar con mejillas hinchadas por la extracción… pero ¿por qué salen?

¿Qué son las muelas del juicio?

Nuestra boca pasa por muchos cambios a lo largo de la vida. Las muelas del juicio, son los últimos molares en aparecer, generalmente al final de la adolescencia, entre los 17 y 21 años, como explica el sitio Mouth Healthy de la American Dental Association.

La mayoría tenemos cuatro muelas del juicio: dos arriba y dos abajo. Aunque se cree que siempre deben retirarse, no es así.

Según especialistas, esto se recomienda si existen cambios en la boca, como dolor, infección, quistes, tumores, daño a los dientes adyacentes, enfermedad de las encías, caries o como parte de un tratamiento de frenos.

Los principales problemas son que no tengan espacio para salir, salgan en la posición incorrecta e incluso queden incrustadas o retenidas. En contraste, si salen correctamente, las muelas del juicio sanas pueden ayudarnos a masticar.

Eso sí, si tu dentista decidió no extraerlas, es importante no olvidar tus consultas regulares, pues deben vigilarse para evitar que causen algún problema de salud bucal.

¿Por qué las nuevas generaciones no tienen muelas del juicio?

Contrario a lo que se cree, no a todas las personas les salen muelas del juicio, algo que ha sido más evidente en las nuevas generaciones. La Flinders University en Australia, apunta a que esto tiene que ver con la evolución.

Así es, expertos señalan que la anatomía humana cambia con el tiempo, razón por la que ha habido un aumento en la ausencia de las muelas del juicio, entre otros cambios visibles.

En ese sentido, el Dr. Teghan Lucas, investigador de esta universidad, explica que muchos bebés nacen sin muelas del juicio conforme los humanos evolucionan. De hecho, al parecer, las caras se están volviendo más cortas y con mandíbulas más pequeñas, por lo que hay menos espacio para los dientes.

Esto tendría alguna relación con que hemos aprendido a procesar más los alimentos.

Otras razones por las que no salen las muelas del juicio

La ausencia de muelas del juicio, no es exclusiva de los bebés “modernos”. De acuerdo al Dental Research Journal, entre el 5 y el 37 por ciento de las personas no tienen una o más de las muelas del juicio.

Aunque no se tiene claro el motivo, se apunta a la genética, por lo que, si tus padres no las tienen, podría ser esa la razón de la ausencia. Asimismo, se ha asociado al medio ambiente, dieta y función masticatoria.

Una mutación aleatoria ocurrida hace miles de años, también podría estar detrás de una supresión en la formación de las muelas del juicio, lo cual posteriormente se extendió y dio como resultado lo que hoy vemos, de acuerdo al sitio especializado Live Science.

Eso sí, el hecho de que no las veas o sientas, no significa que no existen. Si bien algunas personas no tienen todos estos molares o ninguno, es posible que salgan sin causar malestar o, simplemente, estén retenidas.

Cuando la retención es total, el instituto médico Mayo Clinic, explica que no atraviesan la encía. Si crees que no tienes muelas del juicio porque no han salido, lo mejor es realizarte una radiografía para confirmar que es así y no existe problema con ellas.

Identificarlo es importante, porque las muelas del juicio retenidas pueden provocar daños a otros dientes, llevando a que se apiñen o encimen; quistes que dañan la mandíbula, dientes y nervios; caries, o enfermedad de las encías.

Sin duda, las muelas del juicio siguen siendo un misterio para muchos, pues hay quien cree que no sirven para nada, mas son parte de nuestra anatomía y debemos cuidarlas. Por suerte, las nuevas generaciones podrían salvarse de las molestias que causan.

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